En medio de un charco de sangre y con el cuerpo totalmente destrozado, hallaron alrededor de las 21:40 de la noche del viernes a María Mercedes Q. de 64 años, quien vio cegada su vida al intentar cruzar la carretera.
Este lamentable hecho ocurrió en el kilómetro 18 de la vía a Guaranda por el sector de Pilahuín, las personas que se detuvieron a auxiliarla no pudieron hacer nada pues su deceso habría sido inmediato.
Gritos desgarradores de dolor cubrieron la escena que se volverá imborrable para sus allegados, quienes tuvieron que ver el cadáver inmóvil de su familiar mientras continuaban sin creer que se tratara de ella.
En la carretera solo se apreció el cuerpo, pues el responsable del atropello y posterior muerte de la víctima, se habría retirado del lugar.
Una allegada de la fallecida indicó que al momento del accidente la mujer aparentemente se dirigía a la casa de su hermana y habría sido en ese momento cuando fue investida por el ‘vehículo fantasma’ que la arrolló.
María Mercedes era viuda por más de 20 años y en su hogar únicamente habitaba con el último de sus hijos, “se dedicaba a trabajar en la agricultura, era buena y siempre nos llevamos con todos”, indicó una de sus familiares, quien seguía conmocionada por el hecho.
Levantamiento
Hasta el punto llegó personal de la Policía Nacional quienes confirmaron el deceso, por lo que inmediatamente se coordinó la presencia de la Unidad de Investigación de Accidentes de Tránsito (UIAT).
Los agentes tomaron procedimiento para realizar el levantamiento de información que permita esclarecer la forma en la que se habría dado el hecho, el cuerpo fue delimitado con cintas amarillas mientras se realizaban las pericias.
Después de culminado este procedimiento y con la autorización del Fiscal de turno, los uniformados procedieron con el retiro del cuerpo para posterior trasladarlo hasta el Centro Forense donde se le realizó la autopsia de ley.
Alrededor de las 10:00 de ayer los familiares llegaron a la morgue a retirar el cadáver y posterior lo llevaron hasta su sector donde le prepararon la capilla ardiente para velarla y después darle cristiana sepultura. (MR)