IVÁN PAREDES
Dar una respuesta directa y tajante utilizando uno de los dos adverbios, siempre va a tener mayor complejidad, tanto por el análisis minucioso que debe hacerse, como por los efectos que conlleva la decisión que se ha tomado. Hoy, los ecuatorianos tenemos un compromiso importante y fundamental en las manos: tener que responder a siete preguntas con un sí o no, mismas que contienen el futuro de la sociedad y nuestro bienestar en todo su contexto, no solamente político como se visualiza, sino repercutirá en el desarrollo y progreso de la República.
Los movimientos políticos que tienen la responsabilidad de inducir al electorado, de acuerdo a su posición y pensamiento, deben sugerir con honestidad al ciudadano la respuesta que mejor favorezca al conjunto social; pero, cada uno de nosotros tenemos el deber de investigar y analizar las preguntas de la consulta y dar la mejor respuesta posible que conduzca al país a mejores días y eliminar que minoritarios grupos traten de adueñarse de la Nación y engañarnos con mentiras para enquistarse en el poder gubernativo.
Llega el momento serio y sensato, no solamente para el momento actual, debemos considerar que lo decidido será lo que nos deparé para el futuro y lo que entreguemos a las próximas generaciones quienes agradecerán o señalaran por la herencia que en este momento decidamos dejarles. No vamos a revisar las siete preguntas en este momento, eso depende del amor y respeto que se tiene por el Ecuador y los demás, no queremos que nadie saque nuestras riquezas, que nadie se apropie del Estado, que traten de decirnos como debemos vivir por 50 años o más; vamos a demostrar nuestra madurez y reflexión política, que es lo que buscamos en el avance mundial, pero no queremos más corrupción ni autoritarismo.