Calamidad venezolana

AUTOR Iván Paredes

Por cortesía y hermandad hemos utilizado el término “calamidad”, lo sucedido en el Estado venezolano desde muchos años atrás y es, realmente, penoso y cruel al convocar a elecciones gubernativas carentes totalmente de trasparencia y legitimidad social. Este 20 de mayo con la picardía y viveza que ha caracterizado a los denominados gobiernos progresistas (porque de socialistas no tienen ni son nada), creando una Asamblea Constituyente integrada únicamente por sus secuaces, decidieron imponer una fecha diferente a la establecida en la Constitución para adelantar la elección a la Presidencia de la República venezolana, como único propósito es mantenerle y mantenerse en el poder a quien está hoy en el Palacio de Miraflores, sujeto sin ninguna preparación ni valores morales para dirigir y representar a una nación. La comunidad internacional ha rechazado de plano los acontecimientos venezolanos, pero poco o nada se ha hecho para frenar estos abusos dictatoriales que han sumido y doblegado a todo un pueblo; es más, existiendo alrededor de 125 muertes en manos de estos perversos que han fomentado el hambre, la pobreza y una migración triste y avergonzante por Latinoamérica, llamada crisis humanitaria de desplazados, por cuanto, cerca de tres millones han tenido que utilizar este mecanismo como medio de sobrevivencia y protección de vida, muchos han tenido que solicitar asilo en diferentes países por la persecución política que han sufrido, con recursos del mismo pueblo, y quienes se han quedado sufren por no tener y poder adquirir productos de primera necesidad, es que, con un sueldo de dos dólares por la súper inflación es casi imposible vivir, solamente los integrantes de la banda son quienes gozan de estos acontecimientos. En la ilegalidad se quedará hasta el año 2015 administrando un país que cada vez se hunde en el peor destino humano.