Lavar ropa en el río, tradición que persiste en Tungurahua

LABOR. Varias familias llegan al sitio para lavar sus prendas.
LABOR. Varias familias llegan al sitio para lavar sus prendas.

El cielo aún no se ilumina totalmente, son cerca de las 06:00 y varias personas madrugan al río Pachanlica con el firme propósito de conseguir un buen lugar para lavar su ropa.

A pesar de que la tecnología cada día avanza a pasos acelerados facilitando la vida de las personas, mucha amas de casa simplemente aseguran que lavar en agua corrida es mejor.

Tradición

Con un costal lleno de ropa en la espalda y con un balde en la mano, María Poaquiza, de 39 años, es la primera en llegar, y asegura que lava en el sector desde niña, cuando acudía con su madre.

Con prisa ingresa al río y con mucho cuidado coloca las piedras para fregar, necesita tres puesto para su esposo y su hija de 16 años que también la acompañan.

“Aquí se lava más rápido, en el lavadero de la casa más lo que se gasta el agua”, comentó.

En contados minutos otra familia arriba hasta el río, se colocan las botas ‘siete vidas’ y al agua.

TOME NOTA
En el río Pachanlica se trabaja en un proyecto de conservación ambiental y rescate de esta tradición.“Apura Maribel, llena de agua la tina”, se escucha decir a María Manobanda, de 45 años, quien asegura que es la comodidad, el espacio y la forma como se lava la ropa el que permite hacer más fácil esta labor.

“En la casa hay que esperar que se llene el tanque, la piedra de lavar es pequeña y es más demorado”, comentó.

Según la ama de casa, su hija le compró una lavadora hace un año aproximadamente, pero ahí lava solo de vez en cuando, porque no le gusta cómo queda su ropa.

“Es que ese aparato no lava bien, a veces ni el sucio sale, en cambio a mano sabemos dónde hay que poner más fuerza en el fregado, además, consume más luz y más agua”, aseguró.

El río Pachanlica es uno de los pocos en la provincia donde se practica esta tradición, aunque también se lo realiza en acequias grandes como el Huachi Pelileo, siempre y cuando las aguas vengan limpias.

Generaciones

Angelita Chasi, es otra de las amas de casa que prefieren lavar en agua corrida, cuenta que años atrás realizaba lavado de ropa ajena, sin embargo, con el paso del tiempo y sus quehaceres agrícolas ya no le permiten, ahora solo lava la ropa de la familia y lo que ha hecho es inculcar esta tradición en su hija y ahora en su nieta. (FCT)