Recostado sobre su cama y con residuos de comida alrededor de la boca fue encontrado la madrugada de ayer Luis G., de 42 años, que hizo su pacto con la muerte después de tomar unas cuantas copas de licor.
El cuerpo inerte del occiso fue descubierto por su hermano, quien al ingresar a la habitación lo vio e intentó despertarlo y al ver que no reaccionaba, decidió pedir ayuda al ECU 911.
Hasta uno de los callejones de la calle Ernesto Albán se movilizaron los paramédicos del Ministerio de Salud, sin embargo, tras el chequeo realizado al paciente se determinó que ya no presentaba signos vitales y que su muerte se habría producido unas cuatro horas atrás.
Levantamiento
Siendo las 02:00 de la madrugada el deceso fue comunicado a los peritos de Criminalística y a los agentes de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased), para que procedieran con el levantamiento del cadáver.
Los policías se entrevistaron con el hermano del fallecido, quien les dio a conocer que su familiar había estado ingiriendo licor hace dos días, posterior, empezó el análisis de la escena de los hechos.
Darío Paredes, investigador de la Dinased, explicó que del examen visual externo realizado al cuerpo se determinó que no presenta huellas ni signos de violencia, pero sí restos de vómito en la parte de la nariz y la boca.
Esto se habría dado, ya que el ahora occiso devolvió los alimentos cuando estaba recostado, y por el estado de inconciencia en el que se encontraba no consiguió levantarse y se ahogó.
“Se puede presumir que la posible causa de la muerte sea por bronco aspiración, esto se confirmará únicamente con los resultados que se obtengan de la autopsia”, señaló el investigador. (MR)
EL DATO
Este tipo de muerte se produce por la aspiración accidental de líquidos o alimentos por las vías respiratorias.