Sonn-en-holz-ner

Juan Sebastián Vargas

Aprenderse el apellido de nuestro flamante vicepresidente Otto Sonnenholzner ha sido motivo de una gran cantidad de memes que nos han generado mucho humor, especialmente en redes sociales, sin embargo, más allá de estos jocosos comentarios lo que en verdad nos interesa a los ecuatorianos es saber de quién se trata y qué beneficios puede traernos al país y es que resulta gracioso también la cantidad de resentidos específicamente de ciertos asambleístas como el caso de una representante de Tungurahua que por el hecho de tener un apellido alemán y ser empresario ya lo tildaron de pelucón y que “por poco casi habla español” en alusión a los tres idiomas que habla y es que es ahí cuando no entiendo la postura de los resentidos, ¡qué mejor que nuestro vicepresidente hable tres idiomas! y nos represente con altura en cualquier lugar del planeta comparado con la vergüenza de personajes como eran Glas y Vicuña.

Fui crítico y me pareció un desacierto cuando en la anterior ocasión el Presidente envió la terna donde fue elegida Vicuña porque representaba lo mismo de antes, sin embargo, cabe ser coherente en el análisis y en esta ocasión me agradó la terna que envió a la Asamblea porque quien lideraba la misma y que ahora se convirtió en Vicepresidente no representaba a ninguna bancada política y es que al contrario, se trata de un joven empresario de 35 años con estudios de economía en Alemania y sobre todo con experiencia en el ámbito privado en sectores como la construcción, el comercio y la agricultura sin contar la docencia también, además, el hecho de ejercer el periodismo de manera activa sobre todo en la década del correato en donde opinar era un delito nos da a entender que su lucha se enmarcará en la libertad de expresión como lo ha manifestado públicamente, en consecuencia esta designación nos debería causar serenidad, espero no equivocarme pero justamente lo que necesita el Ecuador son personajes que vengan a refrescar el escenario político, y para los resentidos únicamente un mensaje que lo tomo textual de un radiodifusor guayaquileño a propósito de este tema; “Ser de buena cuna no tiene que ver con la plata, sino con buena formación, de una familia con buenos valores y honesta”.