AP, ‘la mujer maltratada’

Salvatore Foti

El Movimiento Alianza PAIS (AP) padece, desde hace rato, el “síndrome de la mujer maltratada”. Con cualquiera de las decisiones tomadas desde Presidencia es evidente el atropello a esa organización, que ha perdido su identidad y su razón de ser. Pero, dentro del partido, nadie quiere admitirlo o, peor aún, hacer algo frente a tantas iniciativas políticas que día tras día sentencia el ocaso del expartido revolucionario.

Como suele ocurrir en el “síndrome de la mujer maltratada”, AP niega que esté siendo golpeada por su “marido” Moreno y cree que hay excusas y atenuantes que justifiquen el maltrato. Es muy probable que crea que los abusos pronto cesarán. Pero el tiempo y los hechos han demostrado que no es así.

No hay excusas para legitimar la autodestrucción de AP. A lo mejor los miembros de AP creen que se merecen el maltrato propiciado por su líder y se sienten culpables de la situación. Solo están alargando su sufrimiento. Ha llegado la hora de entender que no es normal lo que pasa y tampoco es oportuno seguir al lado de este “cónyuge” que no se merece a esta esposa y a lo mejor la engaña con otra desde hace rato.

AP tiene la última posibilidad, tal vez, de tomar sus propias decisiones y preparar una campaña electoral efectiva. Tienen las encuestas y saben que lo que se viene será su peor periodo, electoralmente hablando. Lo más importante sería tomar distancia del mandatario e intentar ganar una que otra alcaldía y prefectura.

El partido ha sido modificado genéticamente desde adentro y se han tomado decisiones que lo afectan. El “esposo dialogador”, a su partido lo ha golpeado y humillado, haciéndolo precipitar en los últimos puestos de intención de voto. Es una pena que hasta el día de hoy nadie tenga el valor de garantizar los derechos de los verdaderos dueños del movimiento: sus votantes.

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