Reducir la carne

Iván Paredes

Somos una población netamente consumidora de carne, no solamente por el gusto y exquisitez, sino por varios factores que nos conducen a nutrirnos de este producto; entre ellos, ser excelentes ganaderos conocedores de agricultura, de la tierra y su entorno que nos proporciona el hábitat adecuado para la vida y desarrollo de esta especie de seres, en especial en la Sierra por el clima, las montañas y la vegetación, haciendo que diariamente se comercialice el ganado y fluya la economía como sustento de progreso. Pero, aquello puede cambiar si consideramos el estudio realizado por el Foro Económico Mundial que tiene una correlación con el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, quien aconseja comer menos carne ayudaría a que se reduzca la mortalidad en un 5%, es decir, las muertes a nivel mundial que es del 2,4% provocadas por la alimentación disminuirían si se come menos carne, en especial la vacuna, de lo contario al estar estimado que en el 2050 la población será de 10 mil millones de habitantes el consumo y necesidad nos conducirá a situaciones considerables para el Planeta, lo cual sería imposible satisfacer el apetito carnívoro para todos. El estudio señala que la producción de carne bovina produce gases de efecto invernadero en un 25%, produciendo una amenaza para el subsuelo debido a que los bovinos producen grandes cantidades de metano y el aumento del pasto perjudican a los bosques por la absorción del CO2, un kilogramo de carne necesita 13 mil litros de agua, a comparación de otros productos que por la misma cantidad necesitas alrededor de mil doscientos litros de agua. La recomendación es optar por un régimen alimenticio vegetariano que contemple legumbres, lentejas, frijoles, y escoger preferentemente la carne blanca y la de pollo por el valor proteínico y la reducción del daño que causa al medio ambiente.