Usurpador

Hablar de la situación en Venezuela puede llegar a fatigar a cualquier lector, pero no podemos ser impávidos y dejar de manifestar nuestra opinión sobre lo que sucede en el vecino país que atraviesa la peor crisis social, económica y humanitaria de su historia, la crisis como tal ya no debería ser el motivo de discusión pues es obvio que todo es el resultado del populismo en su máximo esplendor, más bien, la idea es saber que salidas pueden tener ante el grave problema por el que atraviesan, Maduro definitivamente usurpó el poder este 2019 y eso lo convierte formalmente en un dictador, sin embargo, aún cuenta con el apoyo de ciertas instituciones que desde mi apreciación están bien “sobornadas”, la estrategia que utilizan estos dictadores es tener de su lado a las Fuerzas Armadas y en el caso venezolano les otorgaron la administración de áreas estratégicas donde se maneja mucho dinero, en consecuencia la idea es mantenerse en el poder de cualquier manera y mientras existan aún militares bien “comprados” no va a pasar nada, la corrupción en ese país ha llegado a niveles estratosféricos, siempre me he considerado un demócrata y que la solución a cualquier situación debería ser pacífica pero lamentablemente en este país esas alternativas ya se terminaron, hemos sido testigos de que aquellos oficiales que han intentado desafiar al régimen han terminado presos, torturados o asesinados, hemos sido testigos igualmente de marchas multitudinarias de millones de personas en todas las ciudades y no ha pasado nada, hemos constatado como la Asamblea Nacional en muchas ocasiones ha ganado espacio pero han sido relegados una y otra vez de una forma políticamente violenta, prácticamente toda la comunidad internacional ya no reconoce a Maduro como Presidente y no ha pasado nada, las demás instituciones son manejadas por el ejecutivo lo que nos da a entender que deslindarse de esta plaga es un tema sumamente complejo, la única manera que considero podría ser un factor determinante es que Maduro se quede sin ese apoyo militar y para ello se requiere que muchos Generales y Coroneles entren en cordura y racionalidad de la situación, cosa poco probable aún en la destruida Venezuela.