Cambalache

Andrés Pachano

Me sumo también al asombro, al reclamo.


“…¡Hoy resulta que es lo mismo/ser derecho…. !/…ignorante, sabio o chorro,/generoso o estafador!/ ¡ todo es igual…!”, dice el tango de Santos Discépolo. Pero: ¡condecoren nomas!


En tiempos post modernos, de demagogos y noveleros, vivimos de incredulidad en incredulidad. ¡Si!, ‘…parece que todo es igual…’, para “doña Gabriela” de Otavalo, enérgica en su solio “legislativo” desde el que cumple encargos y anuncia que la Asamblea Nacional condecorará a la señora Cristina Fernández viuda de Kirchner. Claro, parece ser que “…es lo mismo el que labura noche y día como un buey/que el que vive de los otros,/que el que cura o está fuera de la ley…”; como que se ha perdido el norte de la prudencia, del discernimiento y se actúa por pasiones, al tenor de obstinadas obsecuencias. ¡Condecoren nomas!


Parece insuficiente el haber rendido ya una ominosa pleitesía a Néstor Kirchner, bautizando con su nombre el carísimo, inútil y estrambótico edificio de la UNASUR; tampoco el instalar en sus patios su bronce de cuerpo entero concebido en risible actitud, como de bandolero en fuga; pero… no importa, “…!Da lo mismo que sea cura,/colchonero, rey de bastos,/caradura o polizón!…” como dice el tango. Por eso una medalla más a uno de ellos ¡ no importa ya!


Como no parece importar tampoco lo inaudito del hecho: ¡que uno de los poderes del Estado Ecuatoriano, en nombre de la Patria!, nuevamente pretenda rendir homenaje a quien se ha ganado en su patria el escarnio; es que las evidencias post Cristina demuestran que la voracidad y ferocidad por el dinero, fueron unos de los nortes que guiaron las acciones de aquellos períodos de gobierno que a su turno y por herencia presidieron los célebres conyugues.


Jamás Gabrielita ha discernido si lo que pretenden ¿es una condecoración de ellos, del movimiento que representan? o si desde la alta posición que ocupan, ¿la condecoración que la otorgarían es de la Patria? No avergüencen más a la nación, no se esfuercen en hacerla sujeto de la mofa internacional con bautizos, estatuas y condecoraciones en honor de la plata mal habida.


“…!Que falta de respeto,/que atropello a la razón!…”.