Rusia a Afganistán

Diómedes Palacios

En 1991, el Tratado de Belavehza dio como resultado la separación de la URSS, del que resultó la independencia de 15 Repúblicas. Desde esta fecha, la región ha vivido cambios estructurales y de lógicas de poder. A partir de entonces, todos los países han buscado su independencia y desarrollo autónomo. Sin embargo, Rusia, el más grande luego del tratado, mantiene la quimera imperialista que busca maximizar cada vez más su poder y lograr influenciar en la zona.

Bajo esta premisa, 30 años luego de concluida la guerra ruso-afgana, Rusia tiene intención de regresar a Afganistán. Esta guerra duró, aproximadamente, 10 años y cobró vidas de más de 15 mil personas. Este conflicto es, entonces, el punto de inflexión que configuró la guerra que aún se mantiene en la zona, por lo que se la considera como el Vietmande la URSS, gracias a su alto costo social-económico, movilizaciones humanas, barbaries efectuadas y el rechazo de la población a la ayuda internacional. Con ello, Afganistán ha experimentado intervenciones de varios países que han buscado lograr sus intereses en la zona.

Ahora, Rusia promete ayuda junto a USA en las negociaciones para la paz entre Afganistán y los talibanes. Para Rusia esta ayuda implica intereses sobre la seguridad de sus fronteras, por el riesgo que una salida de tropas por el occidente de Afganistán desestabilice fronteras; sobre la solución política afgana, puesto que espera reducir la afectación a la población del país y la región; sobre sus objetivos geoestratégicos, para incrementar influencia en la región a través de las negociaciones que finiquiten el conflicto y así evitar otra catástrofe geopolítica como la desaparición de la URSS. ¿Será que Rusia logra sus objetivos? ¿Usted qué cree?