Tungurahua tercera provincia con más violencia intrafamiliar

Temor. El maltrato físico aún es recurrente. (Foto para ilustrar)
Temor. El maltrato físico aún es recurrente. (Foto para ilustrar)

La provincia se encuentra en tercer lugar de maltrato por debajo solamente de Pichincha y Guayas.

Son alrededor de 470 causas las que mensualmente se ingresan en la Unidad Judicial de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de Ambato y en las Unidad Judicial Multicompetente de Baños, Pelileo, Píllaro y Quero.

Esto corrobora las declaraciones del capitán Josué Barriga, responsable de la Unidad de Violencia Intrafamiliar de Tungurahua, quien señaló que la provincia está en tercera posición de las provincias con mayor violencia de este tipo en el Ecuador, atrás de Pichincha y Guayas.

“Prácticamente todos los días recibimos denuncias de mujeres agredidas psicológica, verbal y físicamente”, añadió Barriga.

En sus estadísticas muestra que a diario atienden de cinco a seis personas a quienes les ayudan con medidas sustitutivas y las acompañan a notificar y sacar a los agresores de sus domicilios para evitar que sigan siendo maltratadas.

Así resaltó que en el Ecuador son seis de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia de género, que no solamente es causada por su pareja, sino por diferentes actores de la sociedad.

Barriga añadió que si bien es cierto la violencia intrafamiliar siempre ha existido, en la actualidad la mujer ha roto el silencio y está decidida a denunciar a sus agresores para romper el círculo de violencia dentro del hogar.

Según las estadísticas manejadas a nivel nacional se da a conocer que una de cada cuatro adolescentes de entre 15 a 19 años sufrieron algún tipo de castigo físico, sicológico o sexual por parte de su pareja.

Otra cifra preocupante es que una de cada 10 niñas entre 5 a 6 años de edad ha sufrido violencia sexual. El 24% de niñas, niños y adolescentes han experimentado violencia física en su entorno familiar.

Angustia

Carmen M., secretaria de 34 años, señala que a pesar de tener los conocimientos necesarios para saber a dónde acudir en caso de ser violentada, no denunció a su esposo sino hasta que tuvo que estar hospitalizada por un aborto provocado en Santo Domingo de los Tsáchilas, solo después de ese hecho decidió decirle basta a la situación que vivía con su ex conviviente.

“Pasar por todo lo que implica la violencia no se lo deseo a nadie, a mi me golpearon por más de cuatro años y casi siempre fue en presencia de mi hijo, por eso decidí romper con todo y salir de mi ciudad natal para venir a vivir a Ambato”, la mujer ahora solo mantiene contacto con el padre de su hijo por medio de sus ex suegros, quienes son los que velan por el bienestar emocional de su pequeño de 10 años.

Una realidad similar fue la que vivió Andrea C., de 37 años, a quien a sus 17 años empezaron a maltratarla. Quien en ese entonces era su novio en una escena de celos en medio del parque Cevallos y en presencia de todos quienes pasaban por el lugar la cacheteó y tomó del cabello para subirla a un taxi y llevársela a la casa.

“Esa fue mi realidad por más de 13 años, hasta que decidí separarme y entender que el amor no maltrata ni castiga, ha sido un camino duro hasta lograr recuperarme como mujer, como ser humano, y quiero seguir trabajando en eso para no dejar que nadie me lastime nunca más”, agregó la microempresaria que ahora ayuda a sus vecinas y amigas que están pasando por lo mismo.

Ambas mujeres comentaron que el ser violentadas las llevó a que desfoguen en sus hijos la rabia y frustración que tenían, por lo que al entrar en un proceso de recuperación no debe hacerse solo como individuos sino como familia, para que todo el entorno sane y se rompa realmente el circulo de vivir en medio de la violencia.

Para conseguir ayuda

Existen instituciones que ponen a disposición de las mujeres vulneradas espacios para que puedan conseguir ayuda legal y denuncien a sus agresores.

Ese es el Caso de la Universidad Técnica de Ambato que cuenta con un consultorio jurídico en el Centro de Educación Continua, en la Rocafuerte y Quito, adicionalmente esta ayuda se extiende a las parroquias, brindando atención en las juntas parroquiales.

La ayuda es gratuita para las personas de escasos recursos económicos, es decir que perciban mensualmente menos de dos salarios básicos unificados, es decir 788 dólares.

Un sistema similar es el de la Universidad Tecnológica Indoamérica que tiene un equipo jurídico, cuyas oficinas se encuentran en la calle Bolívar y Guayaquil, y también de manera gratuita atienden este tipo de casos.

Mientras que en el Hospital Docente Ambato se cuenta con la Sala de Primera Acogida, que da atención médica, psicológica y social en este tipo de casos para velar por el binestar integral de quien ha sido violentada. (NV)