Juntas de Defensa del Campesinado siguen vigentes

Labor. Los comuneros ubican controles y realizan rondas por la seguridad.
Labor. Los comuneros ubican controles y realizan rondas por la seguridad.

Luego de más de 50 años de su creación las Juntas de Defensa del Campesinado se resisten a desaparecer en Tungurahua.

En varios cantones de la provincia esta estructura social continúa vigente aunque con una participación limitada e incluso con cierta desorganización.

“La seguridad se ha dejado de lado y nos va a tocar retomar”, comentó Franklin Gavilanes, morador de una comunidad de Mocha, donde aseguró que sí existe esta estructura comunitaria que en algún momento se convirtió en el principal referente de seguridad de los sectores rurales, pero que actualmente se encuentra pasiva.

Llovany Sánchez, exdirigente de la Junta de Defensa del Campesinado de Quinchicoto, manifestó que en efecto la institucionalidad de estas estructuras va debilitándose de a poco.

“Se debe organizar mejor, depende de los mismos ciudadanos. Antes esta institución era fuerte, mucha gente le tenía respeto, había colaboración y ya no había altercados”, dijo.

Raúl Bayas, dirigente de las Juntas del Campesinado, es uno de los precursores que iniciaron estas organizaciones en 1962 como una necesidad exclusiva del resguardo y seguridad de las comunidades.

“Entendiendo que el tema de seguridad es una rama bastante amplia que influye en el desarrollo social, intelectual moral y material”, mencionó Bayas.

Además, comentó que no es que esta forma de organización de los sectores rurales esté desapareciendo, sino que más bien desarrollan un trabajo silencioso sin armar alboroto y sobre todo dentro de las normas que establece la ley. “En el trabajo dentro de los sectores rurales siempre estamos vigilantes, resolviendo los conflictos”, comentó.

Experiencias que se fortalecen

En Pelileo es uno de los pocos cantones donde las Juntas del Campesinado se encuentran fortalecidas en cada una de las comunidades rurales e incluso urbanas, tanto es así que gracias a esta organización se encontró en este año a una niña registrada como desaparecida.

Aníbal Rea, presidente de la Junta de Quitocucho, manifestó que esta forma de trabajar en las comunidades se fortalece cada vez más gracias a que la gente está consciente de su importancia en la unión del pueblo, además, de que se complementa ya no solo para la seguridad, sino también en otros aspectos, entre ellos servicios fúnebres, ayuda solidaria, entre otros.

“Nuestros sectores siguen fuertes por la unión y por ello gozamos de tranquilidad, no se registran casos fuertes como en otros sectores”, dijo Rea.

Según el dirigente aún se conservan las patrullas nocturnas, donde se organizan con alrededor de 15 comuneros que tienen equipos de comunicación y siempre están vigilantes. (FCT)