Dignidad para insistir

Jaime López

De manera puntual y persistente transcurren 15 días y el nuevo escándalo programado atrás de las cortinas del escenario nacional, le dice al ecuatoriano que debe matizar sus angustias y convertirse en espectador de algo que normalmente sería increíble que pueda ocurrir en una sociedad organizada, pero que entre nosotros es normal, como que las 70 mil páginas en las que se detalla la corrupción del correísmo, donde se identifican con nombres y apellidos los beneficiados, para ciertos jueces no significan nada y decretan la suspensión de la medida cautelar para Alexis Mera, uno de los implicados, quien descansa en su domicilio libre de su casco y adornado con un grillete ‘made in Alvarado’ que muy pronto se romperá y la fuga se producirá. La misma que provocará el festejo del cura sin sotana, hasta ahora presidente del Cpccs, respaldado por cuatro menganos, a pesar de que su condena y prisión debe decretarse luego de los juicios que tienen que afrontar, que servirá para ratificar la genealogía de este Tuárez el que con gusto las añadirá a su biografía. Entonces es preciso recurrir e imponer nuestra dignidad con el fin de evitar las humillaciones que cualquier insolente se atreve a realizar sin inmutarse, como la que quiso hacer este perito argentino Meza a la señora viuda del General Gabela mencionándole sus argumentos torpes y sin sentido justificando su incapacidad para revelar lo que él sabe sobre el asesinato del General. La señora Ochoa con la dignidad que todos los ecuatorianos debemos tener, con su dolor inmutable e inalterable, nos ha dicho algo de lo mucho que deberíamos hacer para combatir a quienes perfilaron esta dolorosa página de la historia nacional, nos ha dicho que no debemos callar, que día tras día, donde sea y como sea, debemos venerar la memoria de quien se opuso, ofrendando su vida, para que los corruptos gocen de la impunidad como hasta ahora lo hacen , nos dice y seguirá diciendo, conjuntamente con la Dra. Salazar, fiscal general, que el Ecuador deje de ser una geografía abandonada y vacía donde no hay ley ni Justicia y sea un país donde se produzcan verdaderas reformas, entre ellas, las electorales para que no asomen otros Tuárez, Meras, Alvarados , secundados por las ‘Pamelas’.