Carne y hueso

José Naranjo

Que acucioso, que buenas intenciones parece tener el asesor presidencial Santiago Cuesta para salvar los apuros económicos que enfrenta el gobierno de Moreno, es encomiable que procure encontrar las soluciones más rápidas y convenientes para llenar las escuálidas arcas oficiales que no atinan ni a pagar las jubilaciones que sus antecesores les dejara en esa estupenda mesa servida y peor devolver al IESS los dineros que adeudan por el asalto a los fondos que hacen falta a la seguridad social; se anunciaba que lo óptimo sería vender las empresas públicas que significarían una inyección fresca de recursos, pero ante la oposición a la mencionada venta ahora se anuncia que la formula sería la concesión de la administración de esa empresas por un tiempo en que los concesionarios puedan obtener la rentabilidad adecuada por el pago de un valor inicial y la consecuente inversión en mejorar la infraestructura y productividad del negocio en cuestión.

Lo curioso de las propuestas planteadas es que se habla de empresas que arrojan utilidades para las actuales administraciones a pesar de que se conoce que podrían mejorar con mejor manejo, se ofrece la telefónica CNT, La central hidroeléctrica Sopladora, banco Pacífico, la refinería de Esmeraldas entre otras, pero bueno sería que se ofrezca la central Toachi Pilatón , la aerolínea TAME, la empresa de Correos del Ecuador y otras que en realidad necesitan una inversión de recursos y adecuada administración privada, es decir no ofrecer solo la carne sino también el hueso.

Recordemos que Cuesta trajo al país al inversionista norteamericano Paul Mananfort que inclusive lo presentó al presidente Moreno y que hoy está cumpliendo una pena de prisión en su país, especial observancia se deberá tener sobre inversionistas para no abrir puertas a lavado y legalización de capitales que pudrían ser los mismos que se nos llevaron en ya conocidos actos corruptos.