Paro nacional, evidencia de una sociedad violenta y fragmentada

Protesta. Varios enfrentamientos se desataron en el centro de Ambato en los días de paro.
Protesta. Varios enfrentamientos se desataron en el centro de Ambato en los días de paro.
Protesta. Varios enfrentamientos se desataron en el centro de Ambato en los días de paro.
Protesta. Varios enfrentamientos se desataron en el centro de Ambato en los días de paro.
Protesta. Varios enfrentamientos se desataron en el centro de Ambato en los días de paro.
Protesta. Varios enfrentamientos se desataron en el centro de Ambato en los días de paro.
Protesta. Varios enfrentamientos se desataron en el centro de Ambato en los días de paro.
Protesta. Varios enfrentamientos se desataron en el centro de Ambato en los días de paro.

Por: Freddy Chicaiza

Violencia, desinformación, disputas entre actores sociales y políticos, un juego entre dominación y resistencia, lucha de intereses, xenofobia y sobre todo intolerancia, es lo que aseguran dejó como resultado los 11 días de paro nacional que vivió el Ecuador.

Según varios analistas políticos, docentes y ciudadanos luego de la crisis se pudo evidenciar el resquebrajamiento de la sociedad, la misma que se encontraría llena de conflictos y resentimientos desde todos los sectores sociales.

Pérdidas económicas, seis muertos, más de un millar de heridos, centenares de detenidos, son algunos de los resultados de estos días de convulsión social, pero sobre todo salió a relucir la desinformación, la falta de empatía y educación a la hora de tomar una u otra posición frente a los conflictos.

Para varios analistas la falencia radica siempre en la educación, ya que no se ha brindado las herramientas necesarias para el diálogo y el respeto al otro.

FRASES

“No estamos teniendo una sociedad con más criterio social, solidario, incluyente, respetuoso, para que se pueda convivir”. Pablo Poveda, abogado y docente universitario.

“Es parte de la riqueza de un país, de la democracia el que exista diversidad en los medios, en los periodistas. Se debe respetar y convivir todos”. César Ricaurte, director ejecutivo Fundamedios.

Por: Freddy Chicaiza

Violencia, desinformación, disputas entre actores sociales y políticos, un juego entre dominación y resistencia, lucha de intereses, xenofobia y sobre todo intolerancia, es lo que aseguran dejó como resultado los 11 días de paro nacional que vivió el Ecuador.

Según varios analistas políticos, docentes y ciudadanos luego de la crisis se pudo evidenciar el resquebrajamiento de la sociedad, la misma que se encontraría llena de conflictos y resentimientos desde todos los sectores sociales.

Pérdidas económicas, seis muertos, más de un millar de heridos, centenares de detenidos, son algunos de los resultados de estos días de convulsión social, pero sobre todo salió a relucir la desinformación, la falta de empatía y educación a la hora de tomar una u otra posición frente a los conflictos.

Para varios analistas la falencia radica siempre en la educación, ya que no se ha brindado las herramientas necesarias para el diálogo y el respeto al otro.

FRASES

“No estamos teniendo una sociedad con más criterio social, solidario, incluyente, respetuoso, para que se pueda convivir”. Pablo Poveda, abogado y docente universitario.

“Es parte de la riqueza de un país, de la democracia el que exista diversidad en los medios, en los periodistas. Se debe respetar y convivir todos”. César Ricaurte, director ejecutivo Fundamedios.

Por: Freddy Chicaiza

Violencia, desinformación, disputas entre actores sociales y políticos, un juego entre dominación y resistencia, lucha de intereses, xenofobia y sobre todo intolerancia, es lo que aseguran dejó como resultado los 11 días de paro nacional que vivió el Ecuador.

Según varios analistas políticos, docentes y ciudadanos luego de la crisis se pudo evidenciar el resquebrajamiento de la sociedad, la misma que se encontraría llena de conflictos y resentimientos desde todos los sectores sociales.

Pérdidas económicas, seis muertos, más de un millar de heridos, centenares de detenidos, son algunos de los resultados de estos días de convulsión social, pero sobre todo salió a relucir la desinformación, la falta de empatía y educación a la hora de tomar una u otra posición frente a los conflictos.

Para varios analistas la falencia radica siempre en la educación, ya que no se ha brindado las herramientas necesarias para el diálogo y el respeto al otro.

FRASES

“No estamos teniendo una sociedad con más criterio social, solidario, incluyente, respetuoso, para que se pueda convivir”. Pablo Poveda, abogado y docente universitario.

“Es parte de la riqueza de un país, de la democracia el que exista diversidad en los medios, en los periodistas. Se debe respetar y convivir todos”. César Ricaurte, director ejecutivo Fundamedios.

Por: Freddy Chicaiza

Violencia, desinformación, disputas entre actores sociales y políticos, un juego entre dominación y resistencia, lucha de intereses, xenofobia y sobre todo intolerancia, es lo que aseguran dejó como resultado los 11 días de paro nacional que vivió el Ecuador.

Según varios analistas políticos, docentes y ciudadanos luego de la crisis se pudo evidenciar el resquebrajamiento de la sociedad, la misma que se encontraría llena de conflictos y resentimientos desde todos los sectores sociales.

Pérdidas económicas, seis muertos, más de un millar de heridos, centenares de detenidos, son algunos de los resultados de estos días de convulsión social, pero sobre todo salió a relucir la desinformación, la falta de empatía y educación a la hora de tomar una u otra posición frente a los conflictos.

Para varios analistas la falencia radica siempre en la educación, ya que no se ha brindado las herramientas necesarias para el diálogo y el respeto al otro.

FRASES

“No estamos teniendo una sociedad con más criterio social, solidario, incluyente, respetuoso, para que se pueda convivir”. Pablo Poveda, abogado y docente universitario.

“Es parte de la riqueza de un país, de la democracia el que exista diversidad en los medios, en los periodistas. Se debe respetar y convivir todos”. César Ricaurte, director ejecutivo Fundamedios.

Conflicto. Taxistas, microempresarios y ciudadanía protagonizaron conflicto de intereses.
Conflicto. Taxistas, microempresarios y ciudadanía protagonizaron conflicto de intereses.
Conflicto. Taxistas, microempresarios y ciudadanía protagonizaron conflicto de intereses.
Conflicto. Taxistas, microempresarios y ciudadanía protagonizaron conflicto de intereses.
Conflicto. Taxistas, microempresarios y ciudadanía protagonizaron conflicto de intereses.
Conflicto. Taxistas, microempresarios y ciudadanía protagonizaron conflicto de intereses.
Conflicto. Taxistas, microempresarios y ciudadanía protagonizaron conflicto de intereses.
Conflicto. Taxistas, microempresarios y ciudadanía protagonizaron conflicto de intereses.

Lucha de actores e intereses

Antes se consideraba que existía una lucha de clases como una teoría sociológica que se arrastra desde hace varios años donde se enfrentan ricos y pobres, burgueses y proletariado, patronos y trabajadores, sin embargo, en la actualidad tal lucha no va más, pues según Giuseppe Cabrera, analista político, el componente aglutinador que se evidenció en esta última paralización fue la demanda y los intereses de varios actores.

“La vida se iba a encarecer, esa fue la demanda que se volvió hegemónica para todos”, comentó el analista.

Según Cabrera lo que se pudo evidenciar en este paro nacional es que hay un fuerte posicionamiento de actores sociales que tratan de guiar o más bien direccionar el debate público.

“Más que luchas de clases ahora lo que se ve es actores que están condicionando las decisiones de las personas, y que las condicionan en torno a opiniones que se crean a partir de los intereses que defienden”, dijo.

Cabrera aseguró que desde los grupos cuyos intereses era defender la posición del Gobierno trataba de deslegitimar las movilizaciones, mientras que desde los movimientos indígenas se sumó a ser un actor en contra de las medidas económicas, en contra del Fondo Monetario Internacional, es decir cada actor lucha por sus intereses.

Lucha de actores e intereses

Antes se consideraba que existía una lucha de clases como una teoría sociológica que se arrastra desde hace varios años donde se enfrentan ricos y pobres, burgueses y proletariado, patronos y trabajadores, sin embargo, en la actualidad tal lucha no va más, pues según Giuseppe Cabrera, analista político, el componente aglutinador que se evidenció en esta última paralización fue la demanda y los intereses de varios actores.

“La vida se iba a encarecer, esa fue la demanda que se volvió hegemónica para todos”, comentó el analista.

Según Cabrera lo que se pudo evidenciar en este paro nacional es que hay un fuerte posicionamiento de actores sociales que tratan de guiar o más bien direccionar el debate público.

“Más que luchas de clases ahora lo que se ve es actores que están condicionando las decisiones de las personas, y que las condicionan en torno a opiniones que se crean a partir de los intereses que defienden”, dijo.

Cabrera aseguró que desde los grupos cuyos intereses era defender la posición del Gobierno trataba de deslegitimar las movilizaciones, mientras que desde los movimientos indígenas se sumó a ser un actor en contra de las medidas económicas, en contra del Fondo Monetario Internacional, es decir cada actor lucha por sus intereses.

Lucha de actores e intereses

Antes se consideraba que existía una lucha de clases como una teoría sociológica que se arrastra desde hace varios años donde se enfrentan ricos y pobres, burgueses y proletariado, patronos y trabajadores, sin embargo, en la actualidad tal lucha no va más, pues según Giuseppe Cabrera, analista político, el componente aglutinador que se evidenció en esta última paralización fue la demanda y los intereses de varios actores.

“La vida se iba a encarecer, esa fue la demanda que se volvió hegemónica para todos”, comentó el analista.

Según Cabrera lo que se pudo evidenciar en este paro nacional es que hay un fuerte posicionamiento de actores sociales que tratan de guiar o más bien direccionar el debate público.

“Más que luchas de clases ahora lo que se ve es actores que están condicionando las decisiones de las personas, y que las condicionan en torno a opiniones que se crean a partir de los intereses que defienden”, dijo.

Cabrera aseguró que desde los grupos cuyos intereses era defender la posición del Gobierno trataba de deslegitimar las movilizaciones, mientras que desde los movimientos indígenas se sumó a ser un actor en contra de las medidas económicas, en contra del Fondo Monetario Internacional, es decir cada actor lucha por sus intereses.

Lucha de actores e intereses

Antes se consideraba que existía una lucha de clases como una teoría sociológica que se arrastra desde hace varios años donde se enfrentan ricos y pobres, burgueses y proletariado, patronos y trabajadores, sin embargo, en la actualidad tal lucha no va más, pues según Giuseppe Cabrera, analista político, el componente aglutinador que se evidenció en esta última paralización fue la demanda y los intereses de varios actores.

“La vida se iba a encarecer, esa fue la demanda que se volvió hegemónica para todos”, comentó el analista.

Según Cabrera lo que se pudo evidenciar en este paro nacional es que hay un fuerte posicionamiento de actores sociales que tratan de guiar o más bien direccionar el debate público.

“Más que luchas de clases ahora lo que se ve es actores que están condicionando las decisiones de las personas, y que las condicionan en torno a opiniones que se crean a partir de los intereses que defienden”, dijo.

Cabrera aseguró que desde los grupos cuyos intereses era defender la posición del Gobierno trataba de deslegitimar las movilizaciones, mientras que desde los movimientos indígenas se sumó a ser un actor en contra de las medidas económicas, en contra del Fondo Monetario Internacional, es decir cada actor lucha por sus intereses.

Lucha. Indígenas aseguraron que continúa la discriminación.
Lucha. Indígenas aseguraron que continúa la discriminación.
Lucha. Indígenas aseguraron que continúa la discriminación.
Lucha. Indígenas aseguraron que continúa la discriminación.
Lucha. Indígenas aseguraron que continúa la discriminación.
Lucha. Indígenas aseguraron que continúa la discriminación.
Lucha. Indígenas aseguraron que continúa la discriminación.
Lucha. Indígenas aseguraron que continúa la discriminación.

No nos ponemos en los zapatos del otro

En los 11 días de paralización otro de los problemas que salieron a flote como sociedad es la discriminación y racismo, no solo de mestizos hacia los indígenas, sino también viceversa.

Para Pablo Poveda, abogado y docente universitario, en estos días se evidenció un brote muy grande de violencia en todo ámbito, lo cual refleja una sociedad resquebrajada.

“No es un evento aislado, sin embargo, se mantiene un rezago de resentimiento e ira de un sector a otro”, dijo, al explicar que muchos no alcanzamos a entender que significa vivir en un país intercultural, plurinacional y multiétnico.

Según el analista al vernos en conflicto se encendieron las voces de rechazo de todo lado y “no es de ahora, hay que tomar en cuenta que Tungurahua es una de las provincias con el más alto índice de violencia intrafamiliar, el mismo que empieza con el lenguaje para llegar a los otros tipos de violencia”.

Para Poveda en este punto se pudo reflejar que hace mucha falta la sensibilización, la humanización.

“El sistema educativo se ha trastocado y no estamos teniendo una sociedad con más criterio social, solidario, incluyente, respetuoso, para que se pueda convivir entre todos y todas”, comentó.

Y es que, entre todos los espacios, mestizos, indígenas, afrodescendientes, deberíamos entender cuál es el sistema de vida, el sistema económico, político incluso jurídico que cada una de las culturas profesan siempre con el respeto a los derechos de cada uno, “es decir construir un contenido de cultura armónica que se debe dar para poder convivir en paz”.

No nos ponemos en los zapatos del otro

En los 11 días de paralización otro de los problemas que salieron a flote como sociedad es la discriminación y racismo, no solo de mestizos hacia los indígenas, sino también viceversa.

Para Pablo Poveda, abogado y docente universitario, en estos días se evidenció un brote muy grande de violencia en todo ámbito, lo cual refleja una sociedad resquebrajada.

“No es un evento aislado, sin embargo, se mantiene un rezago de resentimiento e ira de un sector a otro”, dijo, al explicar que muchos no alcanzamos a entender que significa vivir en un país intercultural, plurinacional y multiétnico.

Según el analista al vernos en conflicto se encendieron las voces de rechazo de todo lado y “no es de ahora, hay que tomar en cuenta que Tungurahua es una de las provincias con el más alto índice de violencia intrafamiliar, el mismo que empieza con el lenguaje para llegar a los otros tipos de violencia”.

Para Poveda en este punto se pudo reflejar que hace mucha falta la sensibilización, la humanización.

“El sistema educativo se ha trastocado y no estamos teniendo una sociedad con más criterio social, solidario, incluyente, respetuoso, para que se pueda convivir entre todos y todas”, comentó.

Y es que, entre todos los espacios, mestizos, indígenas, afrodescendientes, deberíamos entender cuál es el sistema de vida, el sistema económico, político incluso jurídico que cada una de las culturas profesan siempre con el respeto a los derechos de cada uno, “es decir construir un contenido de cultura armónica que se debe dar para poder convivir en paz”.

No nos ponemos en los zapatos del otro

En los 11 días de paralización otro de los problemas que salieron a flote como sociedad es la discriminación y racismo, no solo de mestizos hacia los indígenas, sino también viceversa.

Para Pablo Poveda, abogado y docente universitario, en estos días se evidenció un brote muy grande de violencia en todo ámbito, lo cual refleja una sociedad resquebrajada.

“No es un evento aislado, sin embargo, se mantiene un rezago de resentimiento e ira de un sector a otro”, dijo, al explicar que muchos no alcanzamos a entender que significa vivir en un país intercultural, plurinacional y multiétnico.

Según el analista al vernos en conflicto se encendieron las voces de rechazo de todo lado y “no es de ahora, hay que tomar en cuenta que Tungurahua es una de las provincias con el más alto índice de violencia intrafamiliar, el mismo que empieza con el lenguaje para llegar a los otros tipos de violencia”.

Para Poveda en este punto se pudo reflejar que hace mucha falta la sensibilización, la humanización.

“El sistema educativo se ha trastocado y no estamos teniendo una sociedad con más criterio social, solidario, incluyente, respetuoso, para que se pueda convivir entre todos y todas”, comentó.

Y es que, entre todos los espacios, mestizos, indígenas, afrodescendientes, deberíamos entender cuál es el sistema de vida, el sistema económico, político incluso jurídico que cada una de las culturas profesan siempre con el respeto a los derechos de cada uno, “es decir construir un contenido de cultura armónica que se debe dar para poder convivir en paz”.

No nos ponemos en los zapatos del otro

En los 11 días de paralización otro de los problemas que salieron a flote como sociedad es la discriminación y racismo, no solo de mestizos hacia los indígenas, sino también viceversa.

Para Pablo Poveda, abogado y docente universitario, en estos días se evidenció un brote muy grande de violencia en todo ámbito, lo cual refleja una sociedad resquebrajada.

“No es un evento aislado, sin embargo, se mantiene un rezago de resentimiento e ira de un sector a otro”, dijo, al explicar que muchos no alcanzamos a entender que significa vivir en un país intercultural, plurinacional y multiétnico.

Según el analista al vernos en conflicto se encendieron las voces de rechazo de todo lado y “no es de ahora, hay que tomar en cuenta que Tungurahua es una de las provincias con el más alto índice de violencia intrafamiliar, el mismo que empieza con el lenguaje para llegar a los otros tipos de violencia”.

Para Poveda en este punto se pudo reflejar que hace mucha falta la sensibilización, la humanización.

“El sistema educativo se ha trastocado y no estamos teniendo una sociedad con más criterio social, solidario, incluyente, respetuoso, para que se pueda convivir entre todos y todas”, comentó.

Y es que, entre todos los espacios, mestizos, indígenas, afrodescendientes, deberíamos entender cuál es el sistema de vida, el sistema económico, político incluso jurídico que cada una de las culturas profesan siempre con el respeto a los derechos de cada uno, “es decir construir un contenido de cultura armónica que se debe dar para poder convivir en paz”.

Agresión. A varios medios de comunicación acudieron los agresores.
Agresión. A varios medios de comunicación acudieron los agresores.
Agresión. A varios medios de comunicación acudieron los agresores.
Agresión. A varios medios de comunicación acudieron los agresores.
Agresión. A varios medios de comunicación acudieron los agresores.
Agresión. A varios medios de comunicación acudieron los agresores.
Agresión. A varios medios de comunicación acudieron los agresores.
Agresión. A varios medios de comunicación acudieron los agresores.

Medios de comunicación, foco de las agresiones

La prensa se convirtió en un blanco de los ataques desde el primer día de protestas, no solo desde los manifestantes sino también desde la fuerza pública.

Según las estadísticas son 137 periodistas agredidos, ya sea física o verbalmente a nivel nacional y en Tungurahua no fue la excepción, ya que grupos de manifestantes con carteles, consignas e incluso amenazas visitaron las instalaciones de diferentes medios, entre ellos Diario La Hora.

Mientras tanto en varios sectores no se permitió desarrollar el trabajo periodístico.

Para César Ricaurte, director ejecutivo de la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios), esta violencia no es aislada o fruto solo de las movilizaciones, sino que los periodistas se volvieron en un blanco perfectamente establecido que nace desde varios sectores que querían generar el caos y que orillaron a los sectores sociales a cometer estos actos.

Según el analista este es el fruto de años de desprestigio, de discurso de odio contra medios de comunicación y periodistas, implementado en el régimen de Rafael Correa. “Se invitaba a que dieran, supuestamente, su merecido a los periodistas y a medios de comunicación, y hay sectores que utilizaron este discurso como parte de su plataforma política”, dijo.

Para Ricaurte en una democracia debe existir medios de todo tipo, de todo signo, unos que defenderán ideas de izquierda, otros de derecha o de centro, independientes, indígenas, digitales en fin y la sociedad debe entender que tienen el derecho de tomar una posición, pero sobre todo convivir y coexistir.

“A la prensa no se la critica a punte de piedras, creo que todos los sectores del país debemos rechazar la violencia como método de lucha política o protesta social”, dijo.

Medios de comunicación, foco de las agresiones

La prensa se convirtió en un blanco de los ataques desde el primer día de protestas, no solo desde los manifestantes sino también desde la fuerza pública.

Según las estadísticas son 137 periodistas agredidos, ya sea física o verbalmente a nivel nacional y en Tungurahua no fue la excepción, ya que grupos de manifestantes con carteles, consignas e incluso amenazas visitaron las instalaciones de diferentes medios, entre ellos Diario La Hora.

Mientras tanto en varios sectores no se permitió desarrollar el trabajo periodístico.

Para César Ricaurte, director ejecutivo de la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios), esta violencia no es aislada o fruto solo de las movilizaciones, sino que los periodistas se volvieron en un blanco perfectamente establecido que nace desde varios sectores que querían generar el caos y que orillaron a los sectores sociales a cometer estos actos.

Según el analista este es el fruto de años de desprestigio, de discurso de odio contra medios de comunicación y periodistas, implementado en el régimen de Rafael Correa. “Se invitaba a que dieran, supuestamente, su merecido a los periodistas y a medios de comunicación, y hay sectores que utilizaron este discurso como parte de su plataforma política”, dijo.

Para Ricaurte en una democracia debe existir medios de todo tipo, de todo signo, unos que defenderán ideas de izquierda, otros de derecha o de centro, independientes, indígenas, digitales en fin y la sociedad debe entender que tienen el derecho de tomar una posición, pero sobre todo convivir y coexistir.

“A la prensa no se la critica a punte de piedras, creo que todos los sectores del país debemos rechazar la violencia como método de lucha política o protesta social”, dijo.

Medios de comunicación, foco de las agresiones

La prensa se convirtió en un blanco de los ataques desde el primer día de protestas, no solo desde los manifestantes sino también desde la fuerza pública.

Según las estadísticas son 137 periodistas agredidos, ya sea física o verbalmente a nivel nacional y en Tungurahua no fue la excepción, ya que grupos de manifestantes con carteles, consignas e incluso amenazas visitaron las instalaciones de diferentes medios, entre ellos Diario La Hora.

Mientras tanto en varios sectores no se permitió desarrollar el trabajo periodístico.

Para César Ricaurte, director ejecutivo de la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios), esta violencia no es aislada o fruto solo de las movilizaciones, sino que los periodistas se volvieron en un blanco perfectamente establecido que nace desde varios sectores que querían generar el caos y que orillaron a los sectores sociales a cometer estos actos.

Según el analista este es el fruto de años de desprestigio, de discurso de odio contra medios de comunicación y periodistas, implementado en el régimen de Rafael Correa. “Se invitaba a que dieran, supuestamente, su merecido a los periodistas y a medios de comunicación, y hay sectores que utilizaron este discurso como parte de su plataforma política”, dijo.

Para Ricaurte en una democracia debe existir medios de todo tipo, de todo signo, unos que defenderán ideas de izquierda, otros de derecha o de centro, independientes, indígenas, digitales en fin y la sociedad debe entender que tienen el derecho de tomar una posición, pero sobre todo convivir y coexistir.

“A la prensa no se la critica a punte de piedras, creo que todos los sectores del país debemos rechazar la violencia como método de lucha política o protesta social”, dijo.

Medios de comunicación, foco de las agresiones

La prensa se convirtió en un blanco de los ataques desde el primer día de protestas, no solo desde los manifestantes sino también desde la fuerza pública.

Según las estadísticas son 137 periodistas agredidos, ya sea física o verbalmente a nivel nacional y en Tungurahua no fue la excepción, ya que grupos de manifestantes con carteles, consignas e incluso amenazas visitaron las instalaciones de diferentes medios, entre ellos Diario La Hora.

Mientras tanto en varios sectores no se permitió desarrollar el trabajo periodístico.

Para César Ricaurte, director ejecutivo de la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios), esta violencia no es aislada o fruto solo de las movilizaciones, sino que los periodistas se volvieron en un blanco perfectamente establecido que nace desde varios sectores que querían generar el caos y que orillaron a los sectores sociales a cometer estos actos.

Según el analista este es el fruto de años de desprestigio, de discurso de odio contra medios de comunicación y periodistas, implementado en el régimen de Rafael Correa. “Se invitaba a que dieran, supuestamente, su merecido a los periodistas y a medios de comunicación, y hay sectores que utilizaron este discurso como parte de su plataforma política”, dijo.

Para Ricaurte en una democracia debe existir medios de todo tipo, de todo signo, unos que defenderán ideas de izquierda, otros de derecha o de centro, independientes, indígenas, digitales en fin y la sociedad debe entender que tienen el derecho de tomar una posición, pero sobre todo convivir y coexistir.

“A la prensa no se la critica a punte de piedras, creo que todos los sectores del país debemos rechazar la violencia como método de lucha política o protesta social”, dijo.

Alerta. Las noticias falsas invadieron las redes.
Alerta. Las noticias falsas invadieron las redes.
Alerta. Las noticias falsas invadieron las redes.
Alerta. Las noticias falsas invadieron las redes.
Alerta. Las noticias falsas invadieron las redes.
Alerta. Las noticias falsas invadieron las redes.
Alerta. Las noticias falsas invadieron las redes.
Alerta. Las noticias falsas invadieron las redes.

Violencia y ‘fake news’ invadieron las redes

Durante los días de manifestación otra arista que reflejó el estado de la sociedad fue la violencia, rumores, odio, desinformación y noticias falsas que circularon en las redes sociales.

Una clara muestra es un video de una supuesta muerte indígena en medio de las movilizaciones que circuló en las redes, pero que en realidad se trataba de un video realizado en un accidente de tránsito ocurrido en septiembre en la comunidad de Punguloma, en Pasa.

Para Giuseppe Marzano, decano de la Facultad de Posgrados de la Universidad de las Américas y experto en redes sociales, existen personas que se aprovecharon de las circunstancias para generar pánico en la gente difundiendo las denominadas ‘fake new’.

El experto indicó que las noticias falsas tienen más facilidad de entrar al imaginario colectivo cuando hay convulsión.

Además, aseguró que el problema no son las redes sociales, sino la irresponsabilidad de quienes buscan trascender con las noticias falsas, de violencia y más contenidos negativos que se generan debido a la falta de educación en el tratamiento de la información.

Violencia y ‘fake news’ invadieron las redes

Durante los días de manifestación otra arista que reflejó el estado de la sociedad fue la violencia, rumores, odio, desinformación y noticias falsas que circularon en las redes sociales.

Una clara muestra es un video de una supuesta muerte indígena en medio de las movilizaciones que circuló en las redes, pero que en realidad se trataba de un video realizado en un accidente de tránsito ocurrido en septiembre en la comunidad de Punguloma, en Pasa.

Para Giuseppe Marzano, decano de la Facultad de Posgrados de la Universidad de las Américas y experto en redes sociales, existen personas que se aprovecharon de las circunstancias para generar pánico en la gente difundiendo las denominadas ‘fake new’.

El experto indicó que las noticias falsas tienen más facilidad de entrar al imaginario colectivo cuando hay convulsión.

Además, aseguró que el problema no son las redes sociales, sino la irresponsabilidad de quienes buscan trascender con las noticias falsas, de violencia y más contenidos negativos que se generan debido a la falta de educación en el tratamiento de la información.

Violencia y ‘fake news’ invadieron las redes

Durante los días de manifestación otra arista que reflejó el estado de la sociedad fue la violencia, rumores, odio, desinformación y noticias falsas que circularon en las redes sociales.

Una clara muestra es un video de una supuesta muerte indígena en medio de las movilizaciones que circuló en las redes, pero que en realidad se trataba de un video realizado en un accidente de tránsito ocurrido en septiembre en la comunidad de Punguloma, en Pasa.

Para Giuseppe Marzano, decano de la Facultad de Posgrados de la Universidad de las Américas y experto en redes sociales, existen personas que se aprovecharon de las circunstancias para generar pánico en la gente difundiendo las denominadas ‘fake new’.

El experto indicó que las noticias falsas tienen más facilidad de entrar al imaginario colectivo cuando hay convulsión.

Además, aseguró que el problema no son las redes sociales, sino la irresponsabilidad de quienes buscan trascender con las noticias falsas, de violencia y más contenidos negativos que se generan debido a la falta de educación en el tratamiento de la información.

Violencia y ‘fake news’ invadieron las redes

Durante los días de manifestación otra arista que reflejó el estado de la sociedad fue la violencia, rumores, odio, desinformación y noticias falsas que circularon en las redes sociales.

Una clara muestra es un video de una supuesta muerte indígena en medio de las movilizaciones que circuló en las redes, pero que en realidad se trataba de un video realizado en un accidente de tránsito ocurrido en septiembre en la comunidad de Punguloma, en Pasa.

Para Giuseppe Marzano, decano de la Facultad de Posgrados de la Universidad de las Américas y experto en redes sociales, existen personas que se aprovecharon de las circunstancias para generar pánico en la gente difundiendo las denominadas ‘fake new’.

El experto indicó que las noticias falsas tienen más facilidad de entrar al imaginario colectivo cuando hay convulsión.

Además, aseguró que el problema no son las redes sociales, sino la irresponsabilidad de quienes buscan trascender con las noticias falsas, de violencia y más contenidos negativos que se generan debido a la falta de educación en el tratamiento de la información.

Situación. En varios sectores persiguieron extranjeros asegurando que eran delincuentes.
Situación. En varios sectores persiguieron extranjeros asegurando que eran delincuentes.
Situación. En varios sectores persiguieron extranjeros asegurando que eran delincuentes.
Situación. En varios sectores persiguieron extranjeros asegurando que eran delincuentes.
Situación. En varios sectores persiguieron extranjeros asegurando que eran delincuentes.
Situación. En varios sectores persiguieron extranjeros asegurando que eran delincuentes.
Situación. En varios sectores persiguieron extranjeros asegurando que eran delincuentes.
Situación. En varios sectores persiguieron extranjeros asegurando que eran delincuentes.

Extranjeros víctimas del caos

“Solo malhechores nomás vienen”, “que se larguen a su país”, “cójanlos y quémenlos”, “deberían meterlos presos”, “todos los extranjeros son iguales”, son algunas de las expresiones que salieron a flote desde los diversos ciudadanos para con los extranjeros y que se agudizaron en estos 11 días de crisis nacional.

Las agresiones subieron más de tono cuando en diferentes dirigencias de los sectores sociales se aseguraba de que ciudadanos venezolanos tienen un bono que les otorga el Gobierno, así como también noticias falsas de extranjeros involucrados en hechos delictivos.

Para los migrantes el paro nacional hizo que no pudieran salir de sus lugares de residencia, ya que las agresiones eran constantes, así lo explica Mayra, una joven venezolana que se dedica a vender postres en las calles.

“Nos tuvimos que esconder, imagínese que ni para comer teníamos y con esa zozobra de que en cualquier momento te insultan o te golpean”, dijo al tiempo de reconocer que si bien ya había recibido discriminación en estas manifestaciones “se pudo ver odio”.

Extranjeros víctimas del caos

“Solo malhechores nomás vienen”, “que se larguen a su país”, “cójanlos y quémenlos”, “deberían meterlos presos”, “todos los extranjeros son iguales”, son algunas de las expresiones que salieron a flote desde los diversos ciudadanos para con los extranjeros y que se agudizaron en estos 11 días de crisis nacional.

Las agresiones subieron más de tono cuando en diferentes dirigencias de los sectores sociales se aseguraba de que ciudadanos venezolanos tienen un bono que les otorga el Gobierno, así como también noticias falsas de extranjeros involucrados en hechos delictivos.

Para los migrantes el paro nacional hizo que no pudieran salir de sus lugares de residencia, ya que las agresiones eran constantes, así lo explica Mayra, una joven venezolana que se dedica a vender postres en las calles.

“Nos tuvimos que esconder, imagínese que ni para comer teníamos y con esa zozobra de que en cualquier momento te insultan o te golpean”, dijo al tiempo de reconocer que si bien ya había recibido discriminación en estas manifestaciones “se pudo ver odio”.

Extranjeros víctimas del caos

“Solo malhechores nomás vienen”, “que se larguen a su país”, “cójanlos y quémenlos”, “deberían meterlos presos”, “todos los extranjeros son iguales”, son algunas de las expresiones que salieron a flote desde los diversos ciudadanos para con los extranjeros y que se agudizaron en estos 11 días de crisis nacional.

Las agresiones subieron más de tono cuando en diferentes dirigencias de los sectores sociales se aseguraba de que ciudadanos venezolanos tienen un bono que les otorga el Gobierno, así como también noticias falsas de extranjeros involucrados en hechos delictivos.

Para los migrantes el paro nacional hizo que no pudieran salir de sus lugares de residencia, ya que las agresiones eran constantes, así lo explica Mayra, una joven venezolana que se dedica a vender postres en las calles.

“Nos tuvimos que esconder, imagínese que ni para comer teníamos y con esa zozobra de que en cualquier momento te insultan o te golpean”, dijo al tiempo de reconocer que si bien ya había recibido discriminación en estas manifestaciones “se pudo ver odio”.

Extranjeros víctimas del caos

“Solo malhechores nomás vienen”, “que se larguen a su país”, “cójanlos y quémenlos”, “deberían meterlos presos”, “todos los extranjeros son iguales”, son algunas de las expresiones que salieron a flote desde los diversos ciudadanos para con los extranjeros y que se agudizaron en estos 11 días de crisis nacional.

Las agresiones subieron más de tono cuando en diferentes dirigencias de los sectores sociales se aseguraba de que ciudadanos venezolanos tienen un bono que les otorga el Gobierno, así como también noticias falsas de extranjeros involucrados en hechos delictivos.

Para los migrantes el paro nacional hizo que no pudieran salir de sus lugares de residencia, ya que las agresiones eran constantes, así lo explica Mayra, una joven venezolana que se dedica a vender postres en las calles.

“Nos tuvimos que esconder, imagínese que ni para comer teníamos y con esa zozobra de que en cualquier momento te insultan o te golpean”, dijo al tiempo de reconocer que si bien ya había recibido discriminación en estas manifestaciones “se pudo ver odio”.

No se respeta derechos en las movilizaciones

La violación de derechos desde los diferentes sectores sociales fue evidente mientras duró el paro nacional en rechazo a las medidas económicas planteadas por el Gobierno.

Desde la fuerza pública hasta los mismos manifestantes habrían privado de derechos a los ciudadanos.

La Oficina para América del Sur de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos aseguró que se debe garantizar el derecho de todas las personas a manifestarse pacíficamente, “protegiendo los derechos a la libertad de expresión y opinión, a la reunión pacífica y a participar en los asuntos públicos”.

Para Carlos Fernando Villacreses, analista político, es preocupante lo que aconteció en Tungurahua y el país, ya que si bien los sectores sociales tienen derecho a la protesta, que es algo consagrado en la Constitución, esto no significa que por ejercer este derecho se pueda cuartar los derechos de los demás ciudadanos.

“Recordemos que mis derechos terminan donde empiezan los derechos de los demás”, dijo al tiempo de asegurar que en estas manifestaciones se afectaron a derechos humanos como el acceso al agua, la movilidad y al trabajo.

“Es penoso, pero yo siento en el ambiente de la sociedad en general de que existe una fragmentación en la estructura social. Se han generado resentimientos de lado y lado y no se ha entendido que todos somos ciudadanos y que el camino para exigir los derechos siempre debe ser el diálogo”, aseguró.

No se respeta derechos en las movilizaciones

La violación de derechos desde los diferentes sectores sociales fue evidente mientras duró el paro nacional en rechazo a las medidas económicas planteadas por el Gobierno.

Desde la fuerza pública hasta los mismos manifestantes habrían privado de derechos a los ciudadanos.

La Oficina para América del Sur de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos aseguró que se debe garantizar el derecho de todas las personas a manifestarse pacíficamente, “protegiendo los derechos a la libertad de expresión y opinión, a la reunión pacífica y a participar en los asuntos públicos”.

Para Carlos Fernando Villacreses, analista político, es preocupante lo que aconteció en Tungurahua y el país, ya que si bien los sectores sociales tienen derecho a la protesta, que es algo consagrado en la Constitución, esto no significa que por ejercer este derecho se pueda cuartar los derechos de los demás ciudadanos.

“Recordemos que mis derechos terminan donde empiezan los derechos de los demás”, dijo al tiempo de asegurar que en estas manifestaciones se afectaron a derechos humanos como el acceso al agua, la movilidad y al trabajo.

“Es penoso, pero yo siento en el ambiente de la sociedad en general de que existe una fragmentación en la estructura social. Se han generado resentimientos de lado y lado y no se ha entendido que todos somos ciudadanos y que el camino para exigir los derechos siempre debe ser el diálogo”, aseguró.

No se respeta derechos en las movilizaciones

La violación de derechos desde los diferentes sectores sociales fue evidente mientras duró el paro nacional en rechazo a las medidas económicas planteadas por el Gobierno.

Desde la fuerza pública hasta los mismos manifestantes habrían privado de derechos a los ciudadanos.

La Oficina para América del Sur de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos aseguró que se debe garantizar el derecho de todas las personas a manifestarse pacíficamente, “protegiendo los derechos a la libertad de expresión y opinión, a la reunión pacífica y a participar en los asuntos públicos”.

Para Carlos Fernando Villacreses, analista político, es preocupante lo que aconteció en Tungurahua y el país, ya que si bien los sectores sociales tienen derecho a la protesta, que es algo consagrado en la Constitución, esto no significa que por ejercer este derecho se pueda cuartar los derechos de los demás ciudadanos.

“Recordemos que mis derechos terminan donde empiezan los derechos de los demás”, dijo al tiempo de asegurar que en estas manifestaciones se afectaron a derechos humanos como el acceso al agua, la movilidad y al trabajo.

“Es penoso, pero yo siento en el ambiente de la sociedad en general de que existe una fragmentación en la estructura social. Se han generado resentimientos de lado y lado y no se ha entendido que todos somos ciudadanos y que el camino para exigir los derechos siempre debe ser el diálogo”, aseguró.

No se respeta derechos en las movilizaciones

La violación de derechos desde los diferentes sectores sociales fue evidente mientras duró el paro nacional en rechazo a las medidas económicas planteadas por el Gobierno.

Desde la fuerza pública hasta los mismos manifestantes habrían privado de derechos a los ciudadanos.

La Oficina para América del Sur de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos aseguró que se debe garantizar el derecho de todas las personas a manifestarse pacíficamente, “protegiendo los derechos a la libertad de expresión y opinión, a la reunión pacífica y a participar en los asuntos públicos”.

Para Carlos Fernando Villacreses, analista político, es preocupante lo que aconteció en Tungurahua y el país, ya que si bien los sectores sociales tienen derecho a la protesta, que es algo consagrado en la Constitución, esto no significa que por ejercer este derecho se pueda cuartar los derechos de los demás ciudadanos.

“Recordemos que mis derechos terminan donde empiezan los derechos de los demás”, dijo al tiempo de asegurar que en estas manifestaciones se afectaron a derechos humanos como el acceso al agua, la movilidad y al trabajo.

“Es penoso, pero yo siento en el ambiente de la sociedad en general de que existe una fragmentación en la estructura social. Se han generado resentimientos de lado y lado y no se ha entendido que todos somos ciudadanos y que el camino para exigir los derechos siempre debe ser el diálogo”, aseguró.