Muere en una vereda

Angustia. Los familiares esperaban el cuerpo en las afueras del Centro Forense para poder darle cristiana sepultura.
Angustia. Los familiares esperaban el cuerpo en las afueras del Centro Forense para poder darle cristiana sepultura.
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Angustia. Los familiares esperaban el cuerpo en las afueras del Centro Forense para poder darle cristiana sepultura.
Angustia. Los familiares esperaban el cuerpo en las afueras del Centro Forense para poder darle cristiana sepultura.
Angustia. Los familiares esperaban el cuerpo en las afueras del Centro Forense para poder darle cristiana sepultura.
Angustia. Los familiares esperaban el cuerpo en las afueras del Centro Forense para poder darle cristiana sepultura.
Angustia. Los familiares esperaban el cuerpo en las afueras del Centro Forense para poder darle cristiana sepultura.

El hombre de 37 años al parecer murió luego de beber y quedarse dormido en la vereda cerca de una tienda.

Sentado sobre la vereda y arrimado contra la pared estaba Eduardo P., quien a simple vista parecía que solamente se encontraba dormido, sin embargo, permanecer en la misma posición por un tiempo prolongado llamó la atención de quienes viven en el barrio Santa Marianita al sur de Ambato.

Para verificar el estado de Eduardo varios vecinos se comunicaron con el ECU 911 para que envíe personal experto para que ayude al hombre de alrededor de 37 años. Esto pasadas las 23:30 del domingo.

Al arribo de los paramédicos de la ambulancia 15 del Ministerio de Salud Pública, estos confirmaron que el sujeto ya no se encontraba con signos vitales, por lo que solicitaron soporte de Criminalística y la Dirección Nacional de delitos contra la vida, muertes violentas, desapariciones, extorsión y secuestros (Dinased) Tungurahua.

Versiones

Mientras los uniformados realizaban las pericias de ley en este tipo de casos, se contactaron con un sujeto que se identificó como el tío del occiso.

El hombre le comentó a los gendarmes que a eso de las 19:30 vio que su sobrino estaba sentado a un costado de la tienda, aparentemente en estado etílico, a pesar de la escena decidió no molestarlo, ya que Eduardo cuando estaba bebido no reaccionaba del todo bien.

Los policías señalaron que a simple vista el cuerpo no tenía muestras de haber sido violentado o sufrido algún tipo de golpe, por lo que luego de contar con la autorización del Fiscal de turno trasladaron el cadáver hasta el Centro Forense en donde se determinarían a ciencia cierta las causas de su muerte que aparentemente se deberían a una excesiva ingesta de licor.

Angustia

La mañana de ayer en las afueras del Forense varios familiares de Eduardo lamentaban su muerte y comentaban que la bebida siempre había sido un problema con el que tuvo que luchar y que al final terminó ganándole la batalla.

Del mismo modo señalaban que cerca de donde fue descubierto el occiso hay un sitio en donde venden licor artesanal, por lo que en el lugar siempre hay peleas y escándalos causados por los clientes que acuden a beber sin control.

Eduardo no estaba casado ni tenía hijos, pero deja un gran vacío en sus familiares quienes hasta último momento tuvieron la esperanza de que dejara de beber tanto. (NVP)

DATO

El ahora occiso se dedicaba a la mecánica, pero no tenía un trabajo estable.

El hombre de 37 años al parecer murió luego de beber y quedarse dormido en la vereda cerca de una tienda.

Sentado sobre la vereda y arrimado contra la pared estaba Eduardo P., quien a simple vista parecía que solamente se encontraba dormido, sin embargo, permanecer en la misma posición por un tiempo prolongado llamó la atención de quienes viven en el barrio Santa Marianita al sur de Ambato.

Para verificar el estado de Eduardo varios vecinos se comunicaron con el ECU 911 para que envíe personal experto para que ayude al hombre de alrededor de 37 años. Esto pasadas las 23:30 del domingo.

Al arribo de los paramédicos de la ambulancia 15 del Ministerio de Salud Pública, estos confirmaron que el sujeto ya no se encontraba con signos vitales, por lo que solicitaron soporte de Criminalística y la Dirección Nacional de delitos contra la vida, muertes violentas, desapariciones, extorsión y secuestros (Dinased) Tungurahua.

Versiones

Mientras los uniformados realizaban las pericias de ley en este tipo de casos, se contactaron con un sujeto que se identificó como el tío del occiso.

El hombre le comentó a los gendarmes que a eso de las 19:30 vio que su sobrino estaba sentado a un costado de la tienda, aparentemente en estado etílico, a pesar de la escena decidió no molestarlo, ya que Eduardo cuando estaba bebido no reaccionaba del todo bien.

Los policías señalaron que a simple vista el cuerpo no tenía muestras de haber sido violentado o sufrido algún tipo de golpe, por lo que luego de contar con la autorización del Fiscal de turno trasladaron el cadáver hasta el Centro Forense en donde se determinarían a ciencia cierta las causas de su muerte que aparentemente se deberían a una excesiva ingesta de licor.

Angustia

La mañana de ayer en las afueras del Forense varios familiares de Eduardo lamentaban su muerte y comentaban que la bebida siempre había sido un problema con el que tuvo que luchar y que al final terminó ganándole la batalla.

Del mismo modo señalaban que cerca de donde fue descubierto el occiso hay un sitio en donde venden licor artesanal, por lo que en el lugar siempre hay peleas y escándalos causados por los clientes que acuden a beber sin control.

Eduardo no estaba casado ni tenía hijos, pero deja un gran vacío en sus familiares quienes hasta último momento tuvieron la esperanza de que dejara de beber tanto. (NVP)

DATO

El ahora occiso se dedicaba a la mecánica, pero no tenía un trabajo estable.

El hombre de 37 años al parecer murió luego de beber y quedarse dormido en la vereda cerca de una tienda.

Sentado sobre la vereda y arrimado contra la pared estaba Eduardo P., quien a simple vista parecía que solamente se encontraba dormido, sin embargo, permanecer en la misma posición por un tiempo prolongado llamó la atención de quienes viven en el barrio Santa Marianita al sur de Ambato.

Para verificar el estado de Eduardo varios vecinos se comunicaron con el ECU 911 para que envíe personal experto para que ayude al hombre de alrededor de 37 años. Esto pasadas las 23:30 del domingo.

Al arribo de los paramédicos de la ambulancia 15 del Ministerio de Salud Pública, estos confirmaron que el sujeto ya no se encontraba con signos vitales, por lo que solicitaron soporte de Criminalística y la Dirección Nacional de delitos contra la vida, muertes violentas, desapariciones, extorsión y secuestros (Dinased) Tungurahua.

Versiones

Mientras los uniformados realizaban las pericias de ley en este tipo de casos, se contactaron con un sujeto que se identificó como el tío del occiso.

El hombre le comentó a los gendarmes que a eso de las 19:30 vio que su sobrino estaba sentado a un costado de la tienda, aparentemente en estado etílico, a pesar de la escena decidió no molestarlo, ya que Eduardo cuando estaba bebido no reaccionaba del todo bien.

Los policías señalaron que a simple vista el cuerpo no tenía muestras de haber sido violentado o sufrido algún tipo de golpe, por lo que luego de contar con la autorización del Fiscal de turno trasladaron el cadáver hasta el Centro Forense en donde se determinarían a ciencia cierta las causas de su muerte que aparentemente se deberían a una excesiva ingesta de licor.

Angustia

La mañana de ayer en las afueras del Forense varios familiares de Eduardo lamentaban su muerte y comentaban que la bebida siempre había sido un problema con el que tuvo que luchar y que al final terminó ganándole la batalla.

Del mismo modo señalaban que cerca de donde fue descubierto el occiso hay un sitio en donde venden licor artesanal, por lo que en el lugar siempre hay peleas y escándalos causados por los clientes que acuden a beber sin control.

Eduardo no estaba casado ni tenía hijos, pero deja un gran vacío en sus familiares quienes hasta último momento tuvieron la esperanza de que dejara de beber tanto. (NVP)

DATO

El ahora occiso se dedicaba a la mecánica, pero no tenía un trabajo estable.

El hombre de 37 años al parecer murió luego de beber y quedarse dormido en la vereda cerca de una tienda.

Sentado sobre la vereda y arrimado contra la pared estaba Eduardo P., quien a simple vista parecía que solamente se encontraba dormido, sin embargo, permanecer en la misma posición por un tiempo prolongado llamó la atención de quienes viven en el barrio Santa Marianita al sur de Ambato.

Para verificar el estado de Eduardo varios vecinos se comunicaron con el ECU 911 para que envíe personal experto para que ayude al hombre de alrededor de 37 años. Esto pasadas las 23:30 del domingo.

Al arribo de los paramédicos de la ambulancia 15 del Ministerio de Salud Pública, estos confirmaron que el sujeto ya no se encontraba con signos vitales, por lo que solicitaron soporte de Criminalística y la Dirección Nacional de delitos contra la vida, muertes violentas, desapariciones, extorsión y secuestros (Dinased) Tungurahua.

Versiones

Mientras los uniformados realizaban las pericias de ley en este tipo de casos, se contactaron con un sujeto que se identificó como el tío del occiso.

El hombre le comentó a los gendarmes que a eso de las 19:30 vio que su sobrino estaba sentado a un costado de la tienda, aparentemente en estado etílico, a pesar de la escena decidió no molestarlo, ya que Eduardo cuando estaba bebido no reaccionaba del todo bien.

Los policías señalaron que a simple vista el cuerpo no tenía muestras de haber sido violentado o sufrido algún tipo de golpe, por lo que luego de contar con la autorización del Fiscal de turno trasladaron el cadáver hasta el Centro Forense en donde se determinarían a ciencia cierta las causas de su muerte que aparentemente se deberían a una excesiva ingesta de licor.

Angustia

La mañana de ayer en las afueras del Forense varios familiares de Eduardo lamentaban su muerte y comentaban que la bebida siempre había sido un problema con el que tuvo que luchar y que al final terminó ganándole la batalla.

Del mismo modo señalaban que cerca de donde fue descubierto el occiso hay un sitio en donde venden licor artesanal, por lo que en el lugar siempre hay peleas y escándalos causados por los clientes que acuden a beber sin control.

Eduardo no estaba casado ni tenía hijos, pero deja un gran vacío en sus familiares quienes hasta último momento tuvieron la esperanza de que dejara de beber tanto. (NVP)

DATO

El ahora occiso se dedicaba a la mecánica, pero no tenía un trabajo estable.