Ambato indefenso

Aquel jueves gris, de este mes de octubre, inicio de un paro a nivel nacional que conmocionó a todos, Ambato fue sitiado sin la mínima manifestación de respeto y amor por la ciudad que les acogido y albergado donde han construido su porvenir y formado el hogar que todas las personas anhelamos. Fueron 11 días de conmoción e incertidumbre que tuvimos que soportar, bloqueo de sus calles, delincuencia, destrucción de bienes públicos y lo peor, la restricción de un derecho elemental para la vida como es el agua, garantía básica establecida en la misma Constitución que todos aceptamos y aprobamos en su Artículo 3 numeral primero, aquello no importó con tal de lograr sus objetivos, sin siquiera respetar un principio básico que señala: “los derechos de una persona terminan cuando inician los derechos de otra persona”; es así que, tuvimos que soportar seis días sin el elemento vital como es el agua, recurso que es proveído por la misma naturaleza para todos los seres, y nadie es dueño para limitar su uso. Recordemos lo que manda el Artículo 12 de la Carta Magna del Ecuador: “El derecho humano al agua es fundamental e irrenunciable. El agua constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida”, y, a nivel mundial mucho se ha protegido el derecho que todos tenemos al agua, existiendo varios convenios e iniciando con la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Arts. 25 y 30). Es por ello que, hacemos un llamado a las autoridades de nuestra querida ciudad para que este derecho primordial no sea limitado bajo ningún pretexto, al tiempo que hacemos un recorderis de que, Ambato y los ambateños nos hemos caracterizado por demostrar comportamientos de respeto tanto al bien ajeno como a los derechos de todos.

Aquel jueves gris, de este mes de octubre, inicio de un paro a nivel nacional que conmocionó a todos, Ambato fue sitiado sin la mínima manifestación de respeto y amor por la ciudad que les acogido y albergado donde han construido su porvenir y formado el hogar que todas las personas anhelamos. Fueron 11 días de conmoción e incertidumbre que tuvimos que soportar, bloqueo de sus calles, delincuencia, destrucción de bienes públicos y lo peor, la restricción de un derecho elemental para la vida como es el agua, garantía básica establecida en la misma Constitución que todos aceptamos y aprobamos en su Artículo 3 numeral primero, aquello no importó con tal de lograr sus objetivos, sin siquiera respetar un principio básico que señala: “los derechos de una persona terminan cuando inician los derechos de otra persona”; es así que, tuvimos que soportar seis días sin el elemento vital como es el agua, recurso que es proveído por la misma naturaleza para todos los seres, y nadie es dueño para limitar su uso. Recordemos lo que manda el Artículo 12 de la Carta Magna del Ecuador: “El derecho humano al agua es fundamental e irrenunciable. El agua constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida”, y, a nivel mundial mucho se ha protegido el derecho que todos tenemos al agua, existiendo varios convenios e iniciando con la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Arts. 25 y 30). Es por ello que, hacemos un llamado a las autoridades de nuestra querida ciudad para que este derecho primordial no sea limitado bajo ningún pretexto, al tiempo que hacemos un recorderis de que, Ambato y los ambateños nos hemos caracterizado por demostrar comportamientos de respeto tanto al bien ajeno como a los derechos de todos.

Aquel jueves gris, de este mes de octubre, inicio de un paro a nivel nacional que conmocionó a todos, Ambato fue sitiado sin la mínima manifestación de respeto y amor por la ciudad que les acogido y albergado donde han construido su porvenir y formado el hogar que todas las personas anhelamos. Fueron 11 días de conmoción e incertidumbre que tuvimos que soportar, bloqueo de sus calles, delincuencia, destrucción de bienes públicos y lo peor, la restricción de un derecho elemental para la vida como es el agua, garantía básica establecida en la misma Constitución que todos aceptamos y aprobamos en su Artículo 3 numeral primero, aquello no importó con tal de lograr sus objetivos, sin siquiera respetar un principio básico que señala: “los derechos de una persona terminan cuando inician los derechos de otra persona”; es así que, tuvimos que soportar seis días sin el elemento vital como es el agua, recurso que es proveído por la misma naturaleza para todos los seres, y nadie es dueño para limitar su uso. Recordemos lo que manda el Artículo 12 de la Carta Magna del Ecuador: “El derecho humano al agua es fundamental e irrenunciable. El agua constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida”, y, a nivel mundial mucho se ha protegido el derecho que todos tenemos al agua, existiendo varios convenios e iniciando con la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Arts. 25 y 30). Es por ello que, hacemos un llamado a las autoridades de nuestra querida ciudad para que este derecho primordial no sea limitado bajo ningún pretexto, al tiempo que hacemos un recorderis de que, Ambato y los ambateños nos hemos caracterizado por demostrar comportamientos de respeto tanto al bien ajeno como a los derechos de todos.

Aquel jueves gris, de este mes de octubre, inicio de un paro a nivel nacional que conmocionó a todos, Ambato fue sitiado sin la mínima manifestación de respeto y amor por la ciudad que les acogido y albergado donde han construido su porvenir y formado el hogar que todas las personas anhelamos. Fueron 11 días de conmoción e incertidumbre que tuvimos que soportar, bloqueo de sus calles, delincuencia, destrucción de bienes públicos y lo peor, la restricción de un derecho elemental para la vida como es el agua, garantía básica establecida en la misma Constitución que todos aceptamos y aprobamos en su Artículo 3 numeral primero, aquello no importó con tal de lograr sus objetivos, sin siquiera respetar un principio básico que señala: “los derechos de una persona terminan cuando inician los derechos de otra persona”; es así que, tuvimos que soportar seis días sin el elemento vital como es el agua, recurso que es proveído por la misma naturaleza para todos los seres, y nadie es dueño para limitar su uso. Recordemos lo que manda el Artículo 12 de la Carta Magna del Ecuador: “El derecho humano al agua es fundamental e irrenunciable. El agua constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida”, y, a nivel mundial mucho se ha protegido el derecho que todos tenemos al agua, existiendo varios convenios e iniciando con la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Arts. 25 y 30). Es por ello que, hacemos un llamado a las autoridades de nuestra querida ciudad para que este derecho primordial no sea limitado bajo ningún pretexto, al tiempo que hacemos un recorderis de que, Ambato y los ambateños nos hemos caracterizado por demostrar comportamientos de respeto tanto al bien ajeno como a los derechos de todos.