Científicos descubren los acordes mágicos de canciones pop

INVESTIGACIÓN. Para medir las expectativas y los sentimientos, los científicos observaron las regiones cerebrales.
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INVESTIGACIÓN. Para medir las expectativas y los sentimientos, los científicos observaron las regiones cerebrales.
INVESTIGACIÓN. Para medir las expectativas y los sentimientos, los científicos observaron las regiones cerebrales.
INVESTIGACIÓN. Para medir las expectativas y los sentimientos, los científicos observaron las regiones cerebrales.
INVESTIGACIÓN. Para medir las expectativas y los sentimientos, los científicos observaron las regiones cerebrales.
INVESTIGACIÓN. Para medir las expectativas y los sentimientos, los científicos observaron las regiones cerebrales.
INVESTIGACIÓN. Para medir las expectativas y los sentimientos, los científicos observaron las regiones cerebrales.

Redacción ESTADOS UNIDOS,
AFP

¿De dónde viene el placer en la música? De una inteligente combinación entre incertidumbre y sorpresa, dicen investigadores que hicieron que una máquina revelara los secretos de centenas de éxitos.

El equipo de investigadores analizó estadísticamente miles de secuencias de acordes (sin melodías ni letras), tomadas de 745 éxitos pop del American Billboard entre 1958 y 1991, incluyendo ‘Ob-La-Di, Ob-La- Da’, de Los Beatles; ‘Red Red Wine’, de UB40; y ‘Knowing Me, Know You’, de ABBA.

El Dato
La secuencia de acordes mejor calificada por los participantes fue “Invisible Touch”, de Genesis, de 1980.“Es fascinante que los humanos disfruten escuchando una canción solo por el orden de los sonidos”, afirmó Vincent Cheung, del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y Cerebrales de Alemania, que dirigió el estudio publicado en la revista Current Biology.

Un algoritmo de aprendizaje automático cuantificó el nivel de incertidumbre y sorpresa de 80.000 conjuntos de acordes, y luego hizo que unos 80 humanos escucharan una selección de canciones mientras estaban en un escáner IRM para que los investigadores analizaran sus cerebros.

Los científicos observaron que cuando los participantes estaban relativamente seguros del próximo acorde sentían placer, si el siguiente era una sorpresa.

Redacción ESTADOS UNIDOS,
AFP

¿De dónde viene el placer en la música? De una inteligente combinación entre incertidumbre y sorpresa, dicen investigadores que hicieron que una máquina revelara los secretos de centenas de éxitos.

El equipo de investigadores analizó estadísticamente miles de secuencias de acordes (sin melodías ni letras), tomadas de 745 éxitos pop del American Billboard entre 1958 y 1991, incluyendo ‘Ob-La-Di, Ob-La- Da’, de Los Beatles; ‘Red Red Wine’, de UB40; y ‘Knowing Me, Know You’, de ABBA.

El Dato
La secuencia de acordes mejor calificada por los participantes fue “Invisible Touch”, de Genesis, de 1980.“Es fascinante que los humanos disfruten escuchando una canción solo por el orden de los sonidos”, afirmó Vincent Cheung, del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y Cerebrales de Alemania, que dirigió el estudio publicado en la revista Current Biology.

Un algoritmo de aprendizaje automático cuantificó el nivel de incertidumbre y sorpresa de 80.000 conjuntos de acordes, y luego hizo que unos 80 humanos escucharan una selección de canciones mientras estaban en un escáner IRM para que los investigadores analizaran sus cerebros.

Los científicos observaron que cuando los participantes estaban relativamente seguros del próximo acorde sentían placer, si el siguiente era una sorpresa.

Redacción ESTADOS UNIDOS,
AFP

¿De dónde viene el placer en la música? De una inteligente combinación entre incertidumbre y sorpresa, dicen investigadores que hicieron que una máquina revelara los secretos de centenas de éxitos.

El equipo de investigadores analizó estadísticamente miles de secuencias de acordes (sin melodías ni letras), tomadas de 745 éxitos pop del American Billboard entre 1958 y 1991, incluyendo ‘Ob-La-Di, Ob-La- Da’, de Los Beatles; ‘Red Red Wine’, de UB40; y ‘Knowing Me, Know You’, de ABBA.

El Dato
La secuencia de acordes mejor calificada por los participantes fue “Invisible Touch”, de Genesis, de 1980.“Es fascinante que los humanos disfruten escuchando una canción solo por el orden de los sonidos”, afirmó Vincent Cheung, del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y Cerebrales de Alemania, que dirigió el estudio publicado en la revista Current Biology.

Un algoritmo de aprendizaje automático cuantificó el nivel de incertidumbre y sorpresa de 80.000 conjuntos de acordes, y luego hizo que unos 80 humanos escucharan una selección de canciones mientras estaban en un escáner IRM para que los investigadores analizaran sus cerebros.

Los científicos observaron que cuando los participantes estaban relativamente seguros del próximo acorde sentían placer, si el siguiente era una sorpresa.

Redacción ESTADOS UNIDOS,
AFP

¿De dónde viene el placer en la música? De una inteligente combinación entre incertidumbre y sorpresa, dicen investigadores que hicieron que una máquina revelara los secretos de centenas de éxitos.

El equipo de investigadores analizó estadísticamente miles de secuencias de acordes (sin melodías ni letras), tomadas de 745 éxitos pop del American Billboard entre 1958 y 1991, incluyendo ‘Ob-La-Di, Ob-La- Da’, de Los Beatles; ‘Red Red Wine’, de UB40; y ‘Knowing Me, Know You’, de ABBA.

El Dato
La secuencia de acordes mejor calificada por los participantes fue “Invisible Touch”, de Genesis, de 1980.“Es fascinante que los humanos disfruten escuchando una canción solo por el orden de los sonidos”, afirmó Vincent Cheung, del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y Cerebrales de Alemania, que dirigió el estudio publicado en la revista Current Biology.

Un algoritmo de aprendizaje automático cuantificó el nivel de incertidumbre y sorpresa de 80.000 conjuntos de acordes, y luego hizo que unos 80 humanos escucharan una selección de canciones mientras estaban en un escáner IRM para que los investigadores analizaran sus cerebros.

Los científicos observaron que cuando los participantes estaban relativamente seguros del próximo acorde sentían placer, si el siguiente era una sorpresa.