Merkel: ‘Ningún muro es tan alto que no se pueda atravesar’

ACTO. Angela Merkel presidió el evento que se realizó en Alemania.
ACTO. Angela Merkel presidió el evento que se realizó en Alemania.
ACTO. Angela Merkel presidió el evento que se realizó en Alemania.
ACTO. Angela Merkel presidió el evento que se realizó en Alemania.
ACTO. Angela Merkel presidió el evento que se realizó en Alemania.
ACTO. Angela Merkel presidió el evento que se realizó en Alemania.
ACTO. Angela Merkel presidió el evento que se realizó en Alemania.
ACTO. Angela Merkel presidió el evento que se realizó en Alemania.

Redacción BERLÍN,
EFE

La canciller alemana, Angela Merkel, dijo ayer, fecha en que se conmemoró el treinta aniversario de la caída del Muro de Berlín, que “ningún muro es tan alto o tan ancho que no se pueda atravesar” y recordó a los muertos por la dictadura del régimen que lo levantó.

“Demasiada gente fue víctima de la dictadura del SED” (siglas en alemán del Partido Socialista Unificado de Alemania, el gobernante en la extinta República Democrática Alemana), declaró Merkel en un acto en la capital alemana.

El 9 de noviembre nos recuerda que tenemos que rechazar el odio, el racismo y el antisemitismo”. Angela Merkel, canciller alemana.
“No les olvidaremos. Recuerdo a las personas que fueron asesinadas junto a este muro porque buscaban la libertad. Recuerdo a las 75.000 personas que fueron llevadas a prisión por fugarse de la república”, manifestó la canciller en un lugar de Berlín donde se erige el museo dedicado al muro.

“El 9 de noviembre es un día fatídico de la historia alemana. Hoy también recordamos a las víctimas de los pogromos de noviembre de 1938”, añadió en alusión a los ataques sufridos por judíos alemanes durante el régimen nazi en aquella fecha de ese año.

Berlín conmemoró el aniversario con un acto festivo ante la Puerta de Brandeburgo, símbolo de la fractura que la capital alemana superó y que, tras una vertiginosa sucesión de eventos, condujo a la reunificación del país.

Redacción BERLÍN,
EFE

La canciller alemana, Angela Merkel, dijo ayer, fecha en que se conmemoró el treinta aniversario de la caída del Muro de Berlín, que “ningún muro es tan alto o tan ancho que no se pueda atravesar” y recordó a los muertos por la dictadura del régimen que lo levantó.

“Demasiada gente fue víctima de la dictadura del SED” (siglas en alemán del Partido Socialista Unificado de Alemania, el gobernante en la extinta República Democrática Alemana), declaró Merkel en un acto en la capital alemana.

El 9 de noviembre nos recuerda que tenemos que rechazar el odio, el racismo y el antisemitismo”. Angela Merkel, canciller alemana.
“No les olvidaremos. Recuerdo a las personas que fueron asesinadas junto a este muro porque buscaban la libertad. Recuerdo a las 75.000 personas que fueron llevadas a prisión por fugarse de la república”, manifestó la canciller en un lugar de Berlín donde se erige el museo dedicado al muro.

“El 9 de noviembre es un día fatídico de la historia alemana. Hoy también recordamos a las víctimas de los pogromos de noviembre de 1938”, añadió en alusión a los ataques sufridos por judíos alemanes durante el régimen nazi en aquella fecha de ese año.

Berlín conmemoró el aniversario con un acto festivo ante la Puerta de Brandeburgo, símbolo de la fractura que la capital alemana superó y que, tras una vertiginosa sucesión de eventos, condujo a la reunificación del país.

Redacción BERLÍN,
EFE

La canciller alemana, Angela Merkel, dijo ayer, fecha en que se conmemoró el treinta aniversario de la caída del Muro de Berlín, que “ningún muro es tan alto o tan ancho que no se pueda atravesar” y recordó a los muertos por la dictadura del régimen que lo levantó.

“Demasiada gente fue víctima de la dictadura del SED” (siglas en alemán del Partido Socialista Unificado de Alemania, el gobernante en la extinta República Democrática Alemana), declaró Merkel en un acto en la capital alemana.

El 9 de noviembre nos recuerda que tenemos que rechazar el odio, el racismo y el antisemitismo”. Angela Merkel, canciller alemana.
“No les olvidaremos. Recuerdo a las personas que fueron asesinadas junto a este muro porque buscaban la libertad. Recuerdo a las 75.000 personas que fueron llevadas a prisión por fugarse de la república”, manifestó la canciller en un lugar de Berlín donde se erige el museo dedicado al muro.

“El 9 de noviembre es un día fatídico de la historia alemana. Hoy también recordamos a las víctimas de los pogromos de noviembre de 1938”, añadió en alusión a los ataques sufridos por judíos alemanes durante el régimen nazi en aquella fecha de ese año.

Berlín conmemoró el aniversario con un acto festivo ante la Puerta de Brandeburgo, símbolo de la fractura que la capital alemana superó y que, tras una vertiginosa sucesión de eventos, condujo a la reunificación del país.

Redacción BERLÍN,
EFE

La canciller alemana, Angela Merkel, dijo ayer, fecha en que se conmemoró el treinta aniversario de la caída del Muro de Berlín, que “ningún muro es tan alto o tan ancho que no se pueda atravesar” y recordó a los muertos por la dictadura del régimen que lo levantó.

“Demasiada gente fue víctima de la dictadura del SED” (siglas en alemán del Partido Socialista Unificado de Alemania, el gobernante en la extinta República Democrática Alemana), declaró Merkel en un acto en la capital alemana.

El 9 de noviembre nos recuerda que tenemos que rechazar el odio, el racismo y el antisemitismo”. Angela Merkel, canciller alemana.
“No les olvidaremos. Recuerdo a las personas que fueron asesinadas junto a este muro porque buscaban la libertad. Recuerdo a las 75.000 personas que fueron llevadas a prisión por fugarse de la república”, manifestó la canciller en un lugar de Berlín donde se erige el museo dedicado al muro.

“El 9 de noviembre es un día fatídico de la historia alemana. Hoy también recordamos a las víctimas de los pogromos de noviembre de 1938”, añadió en alusión a los ataques sufridos por judíos alemanes durante el régimen nazi en aquella fecha de ese año.

Berlín conmemoró el aniversario con un acto festivo ante la Puerta de Brandeburgo, símbolo de la fractura que la capital alemana superó y que, tras una vertiginosa sucesión de eventos, condujo a la reunificación del país.