Con el apoyo del personal docente y administrativo de una de las instituciones educativas de Santiago de Píllaro, un grupo de uniformados liderados por la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescente (Dinapen) del cantón fue el que realizó el registro.
El trabajo se hizo una vez que los uniformados contaron con una orden de allanamiento del Juez de la Unidad Judicial Multicompetente de la localidad.
Para conseguir el consentimiento legal del allanamiento a la institución los gendarmes tuvieron que hacer un trabajo previo de inteligencia que les permitió tener algunos indicios de que en el lugar había sustancias sujetas a fiscalización.
Acciones
En el operativo también participó personal de las Unidades de Antinarcóticos, Criminalística, Mantenimiento del Orden, del Distrito Píllaro y un can del Centro Regional de Adiestramiento Canino, quienes actuaron en presencia del Fiscal responsable de la zona.
Los gendarmes registraron varias aulas, las áreas verdes del plantel, así como patios y baños del lugar con el fin de dar con el paradero de las sustancias.
El trabajo se realizó bajo el estricto control de que se garanticen y no se violenten los derechos de los estudiantes todo el tiempo.
Como resultado de la revisión se encontró que varios estudiantes tenían consigo estas sustancias que, mediante pruebas de campo, tenían un peso neto de 27,83 gramos. Estos estaban guardados en cajas de fósforos, caramelos, papel y funditas plásticas.
Adicionalmente se encontraron pipas, fosforeras y un cuchillo que fueron decomisados por los uniformados por la seguridad de los educandos.
Actitud
Para Jael García, sociólogo, señaló que la degradación de la sociedad ha llegado a tal punto que es necesario hacer controles para que la juventud no caiga en las redes los vicios.
Comentó que si bien es cierto los valores se siembran desde el hogar en familia, las autoridades no pueden dejar de lado parte de su responsabilidad para garantizarle a la juventud las condiciones de crecer en ambientes adecuados.
Respecto a los controles que pueda o no realizar la Policía al interior de las instituciones educativas, señaló que “no es lo más recomendable, pero hasta que se rearme el rompecabezas de la familia y lo que ella debe hacer para mejorar la sociedad, es un método que debe ejecutarse siempre garantizando los derechos de los jóvenes, por eso es indispensable que en esta y otras acciones participen las juntas protectoras de derecho”. (NVP)