Feroz vs. manso

Gabriela Rosero

Cuando hablamos de que la vida es efímera, estamos diciendo que es pasajera, de corta duración, temporal, transitoria, fugaz, que pasa muy rápidamente.

Cuando nuestra conciencia nos lleva a vivir nuestra existencia de esta manera sabremos que cada cosa, cada actividad, cada momento que se presente en nuestro día a día debemos disfrutarlo, porque el tiempo y las oportunidades pasan y no vuelven.

En estos día leí el cuento ‘Lobos’, recomendado para poder analizar desde lo más profundo nuestro ‘YO INTERIOR’ y me quedé reflexionando sobre esta lectura que habla sobre la decisión de alimentar al lobo feroz o al lobo manso.

Cuando este fin de semana dos trágicas muertes y accidentes se dieron a conocer públicamente, empecé a reflexionar sobre cómo llevamos nuestra vida, muchas veces vivimos sumidos en el rencor, en la tristeza, en la depresión, en peleas, gritos, golpes, iras, enojos, problemas, alimentando al lobo feroz que un día nos va terminar devorando a nosotros mismos.

Y también analizaba, como intentar vivir una vida en paz, con tranquilidad, amor, paciencia, benignidad, dominio propio, alimentando al lobo manso, que un día va a ser un gran refugio.

Definitivamente esa decisión es unipersonal, solo tú o yo tomamos la resolución sobre cómo queremos conducir nuestra estadía en la tierra.

Sin embargo me atrevo a decir que mientras más tranquilidad aportemos a nuestro entorno y a nuestro alrededor, seremos personas más felices, más saludables, más constructivos, más creativos.

Cuando la muerte toca a la puerta, ya no hay vuelta atrás, ni siquiera nos da la oportunidad de arrepentirnos o de intentar hacer algo nuevo o diferente, por eso hoy te quiero invitar a que puedas hacer un pare a tus actividades y reflexionar sobre que estás haciendo con tu vida, con la de tu familia, con tu entorno laboral, con tus amigos, con tu planeta.

Si hay algo hermoso en este mundo es poder hacer algo por alguien, sentirnos útiles para el prójimo. No dejemos que la muerte de alguien cercano o algún ser querido sea una razón para hacer cambios en nuestras vidas, al contrario, vivamos a plenitud y con gratitud por todo lo recibido, por que como dice un conocido refrán ‘Vida solo hay una’.

Gabriela Rosero

Cuando hablamos de que la vida es efímera, estamos diciendo que es pasajera, de corta duración, temporal, transitoria, fugaz, que pasa muy rápidamente.

Cuando nuestra conciencia nos lleva a vivir nuestra existencia de esta manera sabremos que cada cosa, cada actividad, cada momento que se presente en nuestro día a día debemos disfrutarlo, porque el tiempo y las oportunidades pasan y no vuelven.

En estos día leí el cuento ‘Lobos’, recomendado para poder analizar desde lo más profundo nuestro ‘YO INTERIOR’ y me quedé reflexionando sobre esta lectura que habla sobre la decisión de alimentar al lobo feroz o al lobo manso.

Cuando este fin de semana dos trágicas muertes y accidentes se dieron a conocer públicamente, empecé a reflexionar sobre cómo llevamos nuestra vida, muchas veces vivimos sumidos en el rencor, en la tristeza, en la depresión, en peleas, gritos, golpes, iras, enojos, problemas, alimentando al lobo feroz que un día nos va terminar devorando a nosotros mismos.

Y también analizaba, como intentar vivir una vida en paz, con tranquilidad, amor, paciencia, benignidad, dominio propio, alimentando al lobo manso, que un día va a ser un gran refugio.

Definitivamente esa decisión es unipersonal, solo tú o yo tomamos la resolución sobre cómo queremos conducir nuestra estadía en la tierra.

Sin embargo me atrevo a decir que mientras más tranquilidad aportemos a nuestro entorno y a nuestro alrededor, seremos personas más felices, más saludables, más constructivos, más creativos.

Cuando la muerte toca a la puerta, ya no hay vuelta atrás, ni siquiera nos da la oportunidad de arrepentirnos o de intentar hacer algo nuevo o diferente, por eso hoy te quiero invitar a que puedas hacer un pare a tus actividades y reflexionar sobre que estás haciendo con tu vida, con la de tu familia, con tu entorno laboral, con tus amigos, con tu planeta.

Si hay algo hermoso en este mundo es poder hacer algo por alguien, sentirnos útiles para el prójimo. No dejemos que la muerte de alguien cercano o algún ser querido sea una razón para hacer cambios en nuestras vidas, al contrario, vivamos a plenitud y con gratitud por todo lo recibido, por que como dice un conocido refrán ‘Vida solo hay una’.

Gabriela Rosero

Cuando hablamos de que la vida es efímera, estamos diciendo que es pasajera, de corta duración, temporal, transitoria, fugaz, que pasa muy rápidamente.

Cuando nuestra conciencia nos lleva a vivir nuestra existencia de esta manera sabremos que cada cosa, cada actividad, cada momento que se presente en nuestro día a día debemos disfrutarlo, porque el tiempo y las oportunidades pasan y no vuelven.

En estos día leí el cuento ‘Lobos’, recomendado para poder analizar desde lo más profundo nuestro ‘YO INTERIOR’ y me quedé reflexionando sobre esta lectura que habla sobre la decisión de alimentar al lobo feroz o al lobo manso.

Cuando este fin de semana dos trágicas muertes y accidentes se dieron a conocer públicamente, empecé a reflexionar sobre cómo llevamos nuestra vida, muchas veces vivimos sumidos en el rencor, en la tristeza, en la depresión, en peleas, gritos, golpes, iras, enojos, problemas, alimentando al lobo feroz que un día nos va terminar devorando a nosotros mismos.

Y también analizaba, como intentar vivir una vida en paz, con tranquilidad, amor, paciencia, benignidad, dominio propio, alimentando al lobo manso, que un día va a ser un gran refugio.

Definitivamente esa decisión es unipersonal, solo tú o yo tomamos la resolución sobre cómo queremos conducir nuestra estadía en la tierra.

Sin embargo me atrevo a decir que mientras más tranquilidad aportemos a nuestro entorno y a nuestro alrededor, seremos personas más felices, más saludables, más constructivos, más creativos.

Cuando la muerte toca a la puerta, ya no hay vuelta atrás, ni siquiera nos da la oportunidad de arrepentirnos o de intentar hacer algo nuevo o diferente, por eso hoy te quiero invitar a que puedas hacer un pare a tus actividades y reflexionar sobre que estás haciendo con tu vida, con la de tu familia, con tu entorno laboral, con tus amigos, con tu planeta.

Si hay algo hermoso en este mundo es poder hacer algo por alguien, sentirnos útiles para el prójimo. No dejemos que la muerte de alguien cercano o algún ser querido sea una razón para hacer cambios en nuestras vidas, al contrario, vivamos a plenitud y con gratitud por todo lo recibido, por que como dice un conocido refrán ‘Vida solo hay una’.

Gabriela Rosero

Cuando hablamos de que la vida es efímera, estamos diciendo que es pasajera, de corta duración, temporal, transitoria, fugaz, que pasa muy rápidamente.

Cuando nuestra conciencia nos lleva a vivir nuestra existencia de esta manera sabremos que cada cosa, cada actividad, cada momento que se presente en nuestro día a día debemos disfrutarlo, porque el tiempo y las oportunidades pasan y no vuelven.

En estos día leí el cuento ‘Lobos’, recomendado para poder analizar desde lo más profundo nuestro ‘YO INTERIOR’ y me quedé reflexionando sobre esta lectura que habla sobre la decisión de alimentar al lobo feroz o al lobo manso.

Cuando este fin de semana dos trágicas muertes y accidentes se dieron a conocer públicamente, empecé a reflexionar sobre cómo llevamos nuestra vida, muchas veces vivimos sumidos en el rencor, en la tristeza, en la depresión, en peleas, gritos, golpes, iras, enojos, problemas, alimentando al lobo feroz que un día nos va terminar devorando a nosotros mismos.

Y también analizaba, como intentar vivir una vida en paz, con tranquilidad, amor, paciencia, benignidad, dominio propio, alimentando al lobo manso, que un día va a ser un gran refugio.

Definitivamente esa decisión es unipersonal, solo tú o yo tomamos la resolución sobre cómo queremos conducir nuestra estadía en la tierra.

Sin embargo me atrevo a decir que mientras más tranquilidad aportemos a nuestro entorno y a nuestro alrededor, seremos personas más felices, más saludables, más constructivos, más creativos.

Cuando la muerte toca a la puerta, ya no hay vuelta atrás, ni siquiera nos da la oportunidad de arrepentirnos o de intentar hacer algo nuevo o diferente, por eso hoy te quiero invitar a que puedas hacer un pare a tus actividades y reflexionar sobre que estás haciendo con tu vida, con la de tu familia, con tu entorno laboral, con tus amigos, con tu planeta.

Si hay algo hermoso en este mundo es poder hacer algo por alguien, sentirnos útiles para el prójimo. No dejemos que la muerte de alguien cercano o algún ser querido sea una razón para hacer cambios en nuestras vidas, al contrario, vivamos a plenitud y con gratitud por todo lo recibido, por que como dice un conocido refrán ‘Vida solo hay una’.