Su última caminata lo llevó a la muerte

INVESTGACIÓN. Los Policías realizaron la inspección del lugar por donde habría caído.
INVESTGACIÓN. Los Policías realizaron la inspección del lugar por donde habría caído.
INVESTGACIÓN. Los Policías realizaron la inspección del lugar por donde habría caído.
INVESTGACIÓN. Los Policías realizaron la inspección del lugar por donde habría caído.
INVESTGACIÓN. Los Policías realizaron la inspección del lugar por donde habría caído.
INVESTGACIÓN. Los Policías realizaron la inspección del lugar por donde habría caído.
INVESTGACIÓN. Los Policías realizaron la inspección del lugar por donde habría caído.
INVESTGACIÓN. Los Policías realizaron la inspección del lugar por donde habría caído.

Martín Ch., de 47 años de edad cayó por una quebrada en la Floreana en Miraflores Alto y murió.

En medio de la oscuridad, las luces rojas y azules de las patrullas y ambulancias, que se observaban desde cualquier punto de la ciudad, anunciaban que la lluvia que caía el viernes estaba cargada de una tragedia.

Miraflores Alto, no durmió tranquilo aquella noche. Los vecinos salieron de sus casas cargando paraguas de distintos colores que parecían decorar la muerte.

Algunos observaban desde sus ventanas, especulando sobre lo que sucedía.

“Tengan cuidado, parece que mataron a alguien por querer robarle”, decía una anciana.

Nadie estaba seguro de lo que pasó, pero todos conocían a la víctima. No era necesario mirar su rostro, su inconfundible traje verde revelaba su identidad. En el barrio sabían quién era, desde hace 20 años Martin Ch., trabajaba como mensajero en Servientrega.

Debajo de la luz de un poste, a sus 47 años se apagó para siempre la vida de este hombre. Sobre la calle Floreana, apuntando al cielo quedó su cuerpo sin vida, que fue encontrado alrededor de las 00 :00.

Historia

Todos los días Martín caminaba por la calle 12 de Octubre para bajar unas gradas y llegar a su casa ubicada en la Manuelita Sáez y Floreana, pero esa noche no retornó.

Su sobrino Francisco Chango contó que Martín nunca se tardaba más allá de las 22:00. “A las 23:00 ya me preocupé y minutos más tarde unos vecinos nos avisaron que mi tío tuvo un accidente, pensé que se cayó, se resbaló, pero jamás me imaginé que estaba muerto”, dijo.

Por el cuerpo de Martín caían las gotas de la lluvia mientras los lugareños lo observaban con tristeza e imaginaban las causas de su fallecimiento.

El sujeto no estaba casado ni tenía hijos, vivía con un familiar que tenía una discapacidad y él lo cuidaba.

La Policía Nacional, investigaba el sitio, todo indicaba que la víctima cayó desde la 12 de octubre, hasta la Floreana. De su boca desprendía aliento a licor, por lo que se presume estuvo bebiendo.

Después de los exámenes visuales externos ejecutados por la Policía se supo que tenía una herida en la parte posterior de la cabeza y laceraciones en las canillas.

Se presume que cayó ya que en sus zapatos tenía impregnados espinos de cactus.

Los oficiales de la Dirección Nacional de delitos contra la vida, muertes violentas, desapariciones, extorsión y secuestros (Dinased) ejecutaron una inspección de la quebrada por donde se cree cayó. Unas maderas estaban rotas y desprendidas de la montaña.

Después de las investigaciones, el cuerpo fue trasladado al Centro Forense. La autopsia comprobó que su muerte fue por la caída. (APQ)

TOME NOTA

La autopsia se realizó la mañana de ayer.

Martín Ch., de 47 años de edad cayó por una quebrada en la Floreana en Miraflores Alto y murió.

En medio de la oscuridad, las luces rojas y azules de las patrullas y ambulancias, que se observaban desde cualquier punto de la ciudad, anunciaban que la lluvia que caía el viernes estaba cargada de una tragedia.

Miraflores Alto, no durmió tranquilo aquella noche. Los vecinos salieron de sus casas cargando paraguas de distintos colores que parecían decorar la muerte.

Algunos observaban desde sus ventanas, especulando sobre lo que sucedía.

“Tengan cuidado, parece que mataron a alguien por querer robarle”, decía una anciana.

Nadie estaba seguro de lo que pasó, pero todos conocían a la víctima. No era necesario mirar su rostro, su inconfundible traje verde revelaba su identidad. En el barrio sabían quién era, desde hace 20 años Martin Ch., trabajaba como mensajero en Servientrega.

Debajo de la luz de un poste, a sus 47 años se apagó para siempre la vida de este hombre. Sobre la calle Floreana, apuntando al cielo quedó su cuerpo sin vida, que fue encontrado alrededor de las 00 :00.

Historia

Todos los días Martín caminaba por la calle 12 de Octubre para bajar unas gradas y llegar a su casa ubicada en la Manuelita Sáez y Floreana, pero esa noche no retornó.

Su sobrino Francisco Chango contó que Martín nunca se tardaba más allá de las 22:00. “A las 23:00 ya me preocupé y minutos más tarde unos vecinos nos avisaron que mi tío tuvo un accidente, pensé que se cayó, se resbaló, pero jamás me imaginé que estaba muerto”, dijo.

Por el cuerpo de Martín caían las gotas de la lluvia mientras los lugareños lo observaban con tristeza e imaginaban las causas de su fallecimiento.

El sujeto no estaba casado ni tenía hijos, vivía con un familiar que tenía una discapacidad y él lo cuidaba.

La Policía Nacional, investigaba el sitio, todo indicaba que la víctima cayó desde la 12 de octubre, hasta la Floreana. De su boca desprendía aliento a licor, por lo que se presume estuvo bebiendo.

Después de los exámenes visuales externos ejecutados por la Policía se supo que tenía una herida en la parte posterior de la cabeza y laceraciones en las canillas.

Se presume que cayó ya que en sus zapatos tenía impregnados espinos de cactus.

Los oficiales de la Dirección Nacional de delitos contra la vida, muertes violentas, desapariciones, extorsión y secuestros (Dinased) ejecutaron una inspección de la quebrada por donde se cree cayó. Unas maderas estaban rotas y desprendidas de la montaña.

Después de las investigaciones, el cuerpo fue trasladado al Centro Forense. La autopsia comprobó que su muerte fue por la caída. (APQ)

TOME NOTA

La autopsia se realizó la mañana de ayer.

Martín Ch., de 47 años de edad cayó por una quebrada en la Floreana en Miraflores Alto y murió.

En medio de la oscuridad, las luces rojas y azules de las patrullas y ambulancias, que se observaban desde cualquier punto de la ciudad, anunciaban que la lluvia que caía el viernes estaba cargada de una tragedia.

Miraflores Alto, no durmió tranquilo aquella noche. Los vecinos salieron de sus casas cargando paraguas de distintos colores que parecían decorar la muerte.

Algunos observaban desde sus ventanas, especulando sobre lo que sucedía.

“Tengan cuidado, parece que mataron a alguien por querer robarle”, decía una anciana.

Nadie estaba seguro de lo que pasó, pero todos conocían a la víctima. No era necesario mirar su rostro, su inconfundible traje verde revelaba su identidad. En el barrio sabían quién era, desde hace 20 años Martin Ch., trabajaba como mensajero en Servientrega.

Debajo de la luz de un poste, a sus 47 años se apagó para siempre la vida de este hombre. Sobre la calle Floreana, apuntando al cielo quedó su cuerpo sin vida, que fue encontrado alrededor de las 00 :00.

Historia

Todos los días Martín caminaba por la calle 12 de Octubre para bajar unas gradas y llegar a su casa ubicada en la Manuelita Sáez y Floreana, pero esa noche no retornó.

Su sobrino Francisco Chango contó que Martín nunca se tardaba más allá de las 22:00. “A las 23:00 ya me preocupé y minutos más tarde unos vecinos nos avisaron que mi tío tuvo un accidente, pensé que se cayó, se resbaló, pero jamás me imaginé que estaba muerto”, dijo.

Por el cuerpo de Martín caían las gotas de la lluvia mientras los lugareños lo observaban con tristeza e imaginaban las causas de su fallecimiento.

El sujeto no estaba casado ni tenía hijos, vivía con un familiar que tenía una discapacidad y él lo cuidaba.

La Policía Nacional, investigaba el sitio, todo indicaba que la víctima cayó desde la 12 de octubre, hasta la Floreana. De su boca desprendía aliento a licor, por lo que se presume estuvo bebiendo.

Después de los exámenes visuales externos ejecutados por la Policía se supo que tenía una herida en la parte posterior de la cabeza y laceraciones en las canillas.

Se presume que cayó ya que en sus zapatos tenía impregnados espinos de cactus.

Los oficiales de la Dirección Nacional de delitos contra la vida, muertes violentas, desapariciones, extorsión y secuestros (Dinased) ejecutaron una inspección de la quebrada por donde se cree cayó. Unas maderas estaban rotas y desprendidas de la montaña.

Después de las investigaciones, el cuerpo fue trasladado al Centro Forense. La autopsia comprobó que su muerte fue por la caída. (APQ)

TOME NOTA

La autopsia se realizó la mañana de ayer.

Martín Ch., de 47 años de edad cayó por una quebrada en la Floreana en Miraflores Alto y murió.

En medio de la oscuridad, las luces rojas y azules de las patrullas y ambulancias, que se observaban desde cualquier punto de la ciudad, anunciaban que la lluvia que caía el viernes estaba cargada de una tragedia.

Miraflores Alto, no durmió tranquilo aquella noche. Los vecinos salieron de sus casas cargando paraguas de distintos colores que parecían decorar la muerte.

Algunos observaban desde sus ventanas, especulando sobre lo que sucedía.

“Tengan cuidado, parece que mataron a alguien por querer robarle”, decía una anciana.

Nadie estaba seguro de lo que pasó, pero todos conocían a la víctima. No era necesario mirar su rostro, su inconfundible traje verde revelaba su identidad. En el barrio sabían quién era, desde hace 20 años Martin Ch., trabajaba como mensajero en Servientrega.

Debajo de la luz de un poste, a sus 47 años se apagó para siempre la vida de este hombre. Sobre la calle Floreana, apuntando al cielo quedó su cuerpo sin vida, que fue encontrado alrededor de las 00 :00.

Historia

Todos los días Martín caminaba por la calle 12 de Octubre para bajar unas gradas y llegar a su casa ubicada en la Manuelita Sáez y Floreana, pero esa noche no retornó.

Su sobrino Francisco Chango contó que Martín nunca se tardaba más allá de las 22:00. “A las 23:00 ya me preocupé y minutos más tarde unos vecinos nos avisaron que mi tío tuvo un accidente, pensé que se cayó, se resbaló, pero jamás me imaginé que estaba muerto”, dijo.

Por el cuerpo de Martín caían las gotas de la lluvia mientras los lugareños lo observaban con tristeza e imaginaban las causas de su fallecimiento.

El sujeto no estaba casado ni tenía hijos, vivía con un familiar que tenía una discapacidad y él lo cuidaba.

La Policía Nacional, investigaba el sitio, todo indicaba que la víctima cayó desde la 12 de octubre, hasta la Floreana. De su boca desprendía aliento a licor, por lo que se presume estuvo bebiendo.

Después de los exámenes visuales externos ejecutados por la Policía se supo que tenía una herida en la parte posterior de la cabeza y laceraciones en las canillas.

Se presume que cayó ya que en sus zapatos tenía impregnados espinos de cactus.

Los oficiales de la Dirección Nacional de delitos contra la vida, muertes violentas, desapariciones, extorsión y secuestros (Dinased) ejecutaron una inspección de la quebrada por donde se cree cayó. Unas maderas estaban rotas y desprendidas de la montaña.

Después de las investigaciones, el cuerpo fue trasladado al Centro Forense. La autopsia comprobó que su muerte fue por la caída. (APQ)

TOME NOTA

La autopsia se realizó la mañana de ayer.