Justicia con toga

Pablo Balarezo

Uso de la toga para los jueces ecuatorianos, está en vigencia desde la resolución emitida por el Consejo de la Judicatura. La investidura a jueces y conjueces de la Corte Nacional de Justicia representa: Reflexión, solemnidad, que los administradores de justicia deben observar en los actos de juzgamiento. Se dijo: «Retomamos una tradición, que hace honor a nuestra sublime profesión”.

La Justicia encarnada en mujer con los ojos vendados, sosteniendo en sus manos una balanza y una espada, es simbolismo como la toga. Argumentos de entendidos en la materia, conciben al pragmatismo como teoría vacía del derecho, pero, la realidad valorativa refleja negativamente la naturaleza de los conceptos. Desde este entorno, en las convicciones de Derecho y Moral, que debe tener el juez en sus juicios, como es natural, además debe primar: Conocimiento, honorabilidad, ética. Políticos conjeturándose ser integrantes de la reserva moral de la patria, y, entre ellos, de distintos niveles y de pensamiento diverso tienen frases inicuas sobre la honorabilidad: “El grillete de la dignidad”; “La glosa del orgullo”; “El exilio de la esperanza”; “La coima de la honestidad”; El diezmo de la generosidad”; “El acuerdo entre privados”; “La celda del honor”. Ideología corrupta discrepando con: Justicia. Moral. Ética. En definitiva, la justicia con toga o sin toga, cuando firmemente pisa los terrenos éticos, deja de ser espejismo frustrando a la sociedad cansada del vandalismo. “Mientras tanto, jueces muy orondos dicen: «Vaya no más porque no tengo elementos de convicción en su contra» para liberar a los criminales, que regresan al instante a seguir robando, violando, asesinando, estafando en medio de este gran circo montado para fraguar la impunidad de los infractores”. Andrés Páez B.