Doble discurso, doble moral

Me produce rabia, ira, me resulta cómico escuchar a muchos hablar… es algo así cómo oír a Judas hablando de lealtad, a un tirano de libertad, a un millonario de hambre, a un hombre del dolor de parto, hay cosas que son tan evidentes y a la vez tan confusas, “te quiero, pero te golpeo, te miento pero te digo la verdad, es blanco pero negro, es limpio pero sucio, te hago daño pero te quiero ayudar»… suena ilógico, ¿verdad?

Con asombro veo qué fácil es para muchos “hablar” sin sentir, antes la palabra era de honor, no existían de por medio abogados, firmas, trámites… si alguien hacía un compromiso (para lo que fuese) su palabra era más que suficiente, ahora tristemente no se puede confiar en nadie… dicen lo que los otros quieran escuchar, la palabra ya no tiene integridad…

Y que ingenuos somos!!! creemos lo que escuchamos hablar sin reparos, luego cuando la mentira cae… bajamos la cabeza porque nos sentimos insulsos y usados.

Dicen una expresión coloquial: «en la guerra y en el amor todo se vale» debemos adicionar … y en la política, y ¿creen de verdad, qué todo se vale?… mentir, usar, dañar, aprovechar, matar…

Recobremos el valor de la palabra, la integridad, el honor, hagamos que de nuestros labios solo salga verdades, de nuestro corazón amor, que con nuestros actos edifiquemos bases de respeto, eduquemos al cerebro para que no crea que para triunfar es necesario engañar, y sepamos qua la verdad nos ayuda a andar livianos, a reír sin fingir y amar de verdad… no más mentiras, es hora de ser leales con nosotros y con los demás.

Aissa Tatiana Pazmiño Real