Estereotipos de género se mantienen en el mundo laboral

SITUACIÓN. La docencia es una de las actividades que más ejercen las mujeres.
SITUACIÓN. La docencia es una de las actividades que más ejercen las mujeres.

Hay sectores laborales, en donde desde el estereotipo de género, son históricamente para los hombres y otros que apuntan a la participación de las mujeres.

Según cifras sobre empleo adecuado de la Cámara de Industrias de Guayaquil (2019), en el país existen áreas donde el porcentaje de intervención de la mujer es mínimo, entre ellas: construcción (6%), transporte y almacenamiento (9%), explotación de minas y canteras (15%).

En cambio en otros sectores donde es alto el involucramiento femenino: servicios domésticos (94%), enseñanza (67%) o servicios sociales y de salud (66%).

Un informe de la oficina regional para las Américas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado en 2019 indica que esto revelaría la relegación que históricamente ha sufrido la mujer a ‘puestos de cuidado’.

Mishell Cuesta, tiene 25 años y es ingeniera mecánica, ella asegura que en la universidad, mientras cursó la carrera y en el ámbito laboral, tuvo que enfrentarse a varios comportamientos machistas por parte de sus compañeros y maestros.

“Como es una carrera técnica la sociedad te dice que porque eres mujer no tienes la capacidad, entonces tuve que esforzarme más para demostrar que no era así. Los maestros me ponían a hacer cosas más fáciles. Tenía compañeros machistas que pensaban que era tonta o que porque les sonreía a los profesores iba a pasar el semestre. Tenía que demostrar que sabía y poner el carácter fuerte para que no me molesten”, dijo Cuesta.

Además, ella asegura que el momento de buscar trabajo también es complicado porque las plazas de empleo están fuera de la ciudad, “creen que porque eres mujer no puedes vivir sola o liderar grupos de hombres, a pesar de que ya existen más mujeres en las carreras técnicas aún hay mucho por hacer, seguimos viviendo en una sociedad cuadrada”.

Resistencia

La empresaria y emprendedora ambateña Alexandra Jaramillo Dávalos, cuenta que cuando trabajó en un cargo público liderando una institución, a pesar de no sentir la discriminación, en el momento de la contratación si hubo falta de seriedad frente a su autoridad.

“Estamos acostumbrados a que las políticas y temas de decisiones y cambios que se hagan en un entorno nacional estén dictadas por hombres. Cuando se presenta la oportunidad de hacerlos por una mujer sí se perciben diferentes sensaciones, porque es un ambiente que mayormente es para hombres”, dijo Jaramillo.

Para algunos hombres de cierta edad o cargos es complicado entender que una mujer esté al frente, y tienen tendencia a no validar las opiniones de una mujer con menos edad y tal vez con menos experiencia laboral, pero no con menos experiencia de conocimientos ni inteligencia, aclaró la empresaria. (APQ)