Big data y Covid-19

Recientemente vi un informe de la Corporación Google que entrega datos sobre cómo la gente ha reaccionado a la recomendación y en muchos casos orden de quedarse en casa.

En este informe, completamente anónimo, que se levantó mediante el encendido de la opción de la localización satelital, y su período de observación fue desde el 19 de febrero hasta el 29 de marzo, se puede apreciar la tendencia a dejar las calles, los centros comerciales, las plazas, los desplazamientos en transporte y la permanencia en casa.

El documento en PDF puede ser descargado si se busca en Google como Covid-19 Community Mobility Report; está segmentado por países.

Con este informe inicial de “cómo nos vigilan”, podemos solicitar a las telefónicas que entreguen sus grandes bases de datos diarios sobre los usuarios abonados para ver tendencias en un barrio, en una parroquia, en una ciudad. Para eso sirve el big data, para hacer lo que Google, ese Gran Hermano, ha hecho con la finalidad de entregar un producto válido con cierta estadística útil para tomar decisiones y generar prácticas frente a la emergencia.

Tenemos una penetración altísima en el país de líneas celulares: 91% a febrero de 2020. Pero en este momento los datos que tienen las telefónicas deberían servir para generar informes de movilidad, de atención, de uso, de conectividad educativa.

Los datos son reyes en esta sociedad de la información, la gran cantidad surge de esa “supervigilancia” a los usuarios, debe servir, ahora y más que nunca, para saber cómo nos movemos, cuál es el volumen de pedidos, compras, conexiones, para poder establecer acciones y tomar decisiones de salud y sanidad pública.

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