La reinvención de la Universidad

Se han hecho experimentos que dicen que es posible implantar Google en el cerebro, y que esta podría usar instantáneamente toda su información. Esto es parte de la Revolución de la Inteligencia, una revolución que transforma toda la realidad.

Si la educación universitaria no se integra al mundo contemporáneo, este se va a convertir en una fábrica de desocupados. En 2017 el Informe Hechinger se preguntó si un título universitario sirve para algo, lo hizo la revista Smithsonian en 2018, y lo hace la mayoría de los jóvenes latinoamericanos en estos días.

Bigthink.com continuó la investigación y encontró que “el 65% de los niños que ingresan a la primaria terminarán trabajando en profesiones que todavía no existen. Aproximadamente el 50% del conocimiento que se adquiere durante el primer año de una carrera de cuatro años está desactualizado cuando el estudiante se gradúa.

La educación superior debe proporcionar a los estudiantes herramientas que les permitan vivir en la nueva realidad, que están más allá de contenidos que se pueden implantar en el cerebro con una nanocomputadora.

Más que almacenar datos como un ordenador, los líderes necesitan la capacidad de enfrentar con imaginación problemas nuevos y complejos. En su ignorancia, los líderes antiguos creían que sabían todo, que podían combatir al Covid-19 inyectando detergentes, con frases de autoayuda o con el Libro Blanco de Rosario Murillo. Los líderes modernos no deben intentar tocar todos los instrumentos de una orquesta, sino capaces de articular el conjunto aunque no toquen ningún instrumento. La capacidad de dirigir equipos y cooperar con otros es indispensable.

Las universidades deben reinventarse constantemente para ofrecer a sus estudiantes destrezas para trabajar en carreras que aparecerán en el futuro.

Hace poco terminé mi curso sobre estrategia política en el posgrado de la GSPM GWU, que me enseñó en la práctica las ventajas de la educación globalizada.

No hubiera tenido sentido dictar un curso de marketing político o sobre temas del siglo pasado como capitalismo, neoliberalismo, estatismo, pobrismo y otros. El mundo avanza a una velocidad vertiginosa y no podemos estancarnos en el pasado.

Jaime Durán Barba

*Profesor de la GWU. Miembro del Club Político Argentino; publicado en perfil.com.