Cultura de pobreza

La pandemia generada por el salvaje virus pateó el tablero de las estructuras sociales y económicas alrededor del mundo. Es también una inédita oportunidad para rearmar el ‘juego’, que difícilmente se repetirá en nuestra generación.

Repensar la estrategia para acelerar el desarrollo del país debería ser tarea de toda la sociedad; para lograrlo, debemos cambiar el paradigma.

Decía el sociólogo norteamericano Carol Lewis, que frente a un avasallador panorama, aquellos que viven en la pobreza desarrollan un sistema social y psicológico que les permite sobrellevar la adversidad. Al enfrentarse a la imposibilidad de lograr el éxito, marcado por los valores de la sociedad moderna, crean una ‘cultura de pobreza’ que se transmite de generación en generación.

En sociedades en las que prima el desempleo y subempleo de la mano de obra no capacitada, los sueldos básicos, en las que los pobres no tienen organizaciones políticas y económicas -ya sea por voluntad o por imposición-, y en las que las élites dominantes señalan a la miseria como el resultado de la incapacidad o inferioridad de las clases de bajos recursos, tiende a desarrollarse esta subcultura.

Históricamente, el fenómeno tiende a exacerbarse en momentos de quiebre económico o social, después de las grandes guerras, del cambio de sistema socio-político o -léase- tras una pandemia.

Mirar al pasado nos permite proyectarnos al futuro y corregir nuestro rumbo. Romper el ciclo de la pobreza sólo se logrará cuando se reemplace la política de entregar paliativos (en forma de bonos, subsidios y dádivas) en lugar de invertir en la educación y formación de toda la población.

La pobreza es un sistema, una estructura y una psicología, así como un resultado económico.

Michael Harrrington (1928-1989) Sociólogo y escritor; EE.UU.

Siempre encuentro personas más inteligentes que yo; mi trabajo es hacer que puedan trabajar juntas”.

Jack Ma (1964- ) Inversionista y filántropo; China.