No impongo criterios

Manuel García Verdecia

El hombre viene a esta tierra para vivir en goce de plenitudes y oportunidades. Cualquier acto que vaya en detrimento de eso es un crimen de lesa humanidad y toda persona consciente, aquí o en el Polo Norte, debe oponerse y alzar su voz contra eso. El mundo va a peor por esas actitudes conformistas.

Por otra parte, sé que uno no debe bloquearse ante los problemas y que debe buscar alternativas y proseguir con la vida, pero lo que no se debe hacer nunca es desviar la atención para no mirar a los problemas, porque, queramos o no existen y, de un modo u otro nos van a tocar.

No hay que confundir el pensamiento positivo con la indiferencia. El primero incluye la voluntad de imponerse sobre los obstáculos, mientras que el segundo se acomoda a una triste evasión donde dejamos de desear lo que soñamos y aspirar a lo que queremos alcanzar. No impongo criterios.

El que quiera mirar para otro lado y dejar que el mundo le pase por encima, como los tanques soviéticos en la ‘Primavera de Praga’ en 1968, que lo haga. Prefiero luchar, pensar y no dejar que nada me viva mi vida de otro modo del que yo mismo me he diseñado y que me esfuerzo en conseguir con la mente y la voluntad.

Recuerdo dos sentencias, una del poeta metafísico inglés John Donne: “Nunca pregunten por quién doblan las campanas; doblan por ti”, lo cual significa que todo cuanto pasa en el mundo nos afecta, querámoslo o no y debemos hacer algo.

La indiferencia solo beneficia a los criminales, les pone el cuello al borde del cuchillo. Y otra sentencia, pero del patriota y poeta cubano José Martí: “Los malos solo triunfan allí donde los buenos son indiferentes”. Hagamos una gran unión de personas responsables e interesadas en revertir con tesón y lucha lo malo, antes de dejar que lo malo nos devore la vida, y peor, el alma.

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