Heroísmo versus corrupción

Valiente y bienaventurada es la resistencia pacífica de la ciudadanía honesta que enfrenta a la corrupción. Los héroes queridos que han estado en primera línea combatiendo a la pandemia no son solamente los médicos y uniformados, sino también los ciudadanos que denuncian la corrupción, los funcionarios honestos y los comunicadores que combaten a esta nueva pandemia aborrecible.

El proceso de revocatoria al alcalde Jorge Yunda, planteado por Marcelo Hallo, coincide con el descontento de muchos quiteños hartos de corruptelas y del deterioro de Quito. La ilegitimidad del apagón electoral y los sucesos de octubre se tornaron en pedidos de destitución para la autoridad local con documentación y argumentos legales presentados a los concejales por parte de la ciudadanía quiteña que ha sido históricamente deliberante y crítica.

Varios vecinos del Centro Histórico de Quito han denunciado con fotografías, videos y testimonios su indignación y preocupación por los trabajos de individuos supuestamente autorizados que han vulnerado a las casas patrimoniales so pretexto de hacer trabajos en tuberías socavando pisos, agrediendo edificaciones patrimoniales delicadas, irrespetando a los vecinos y obligando a la gente a firmar un consentimiento donde se descargan de responsabilidades. ¿La autoridad lo permite?

Los hostigamientos y ataques a los residentes del Centro Histórico y al patrimonio de la ciudad requieren soluciones reales ya. La delincuencia y los intereses se apropian y destruyen los bienes que son patrimonio de Quito y la Humanidad. La inacción de la autoridad es igual a la complicidad. Por tocar temas del nepotismo y la corrupción en el Municipio de Quito, el periodista Andrés López perdió su espacio en Radio Visión. Alexis Ponce, defensor de los derechos humanos, cuestionó la represalia de este medio y expresó su solidaridad hacia el periodista López con esta convicción: “Primero está la libertad de prensa y expresión, primero está la democracia y los derechos, sobre todo los derechos, y después están las pautas, los pautajes.”

Sara Serrano Albuja