Los talibanes declararon ayer un alto al fuego de tres días, el tercero en dos décadas de guerra en Afganistán, con motivo de la festividad musulmana de Eid ul Adha o «fiesta del sacrificio», un gesto enmarcado en los intentos por iniciar un diálogo intraafgano con el Gobierno de Kabul. «Para que los compatriotas pasen los días y las noches de Eid con seguridad y alegría, se les ordena a todos los muyahidines que no realicen ningún tipo de ataque y ofensiva contra el enemigo (fuerzas de seguridad afganas) durante los tres días y noches de Eid ul Adha», dijo en un comunicado el portavoz talibán Zabihullah Mujahid. EFE